Los Proyectos de Aprendizaje Un marco metodológico clave para la innovación

Es un hecho que el mundo es cambiante; la rapidez con que los cambios nos sorprenden constantemente nos ponen a prueba día a día. Por lo tanto, necesitamos preparar a los alumnos de hoy para el mundo del mañana, para que logren adaptarse a los distintos escenarios que puedan presentarse.

Es difícil saber exactamente lo que traerá el futuro, claramente los fenómenos socioculturales, económicos, políticos y la medida en que avanza la tencología nos obliga a tomar decisiones apresuradas. En este sentido, las habilidades, capacidades, actitudes y aptitudes seguirán siendo fundamentales en la formación educativa para que el estudiante sea un agente transformador de sí mismo y de su entorno.

CENTRO EDUCATIVO INNOVADOR VS TRADICIONAL

Un centro educativo innovador ofrece nuevas ideas, propuestas y aportaciones en la práctica educativa para dar respuestas a los alumnos y a la sociedad. De acuerdo a Blanchard y Muzás (2016), la innovación necesita de trabajo en equipo de todos lo actores que intervendrán en este cambio de paradigma: padres, docentes, padres de familia.

Desafortunadamente, el punto de partida son escuelas tradiccionales, en donde el currículo responde a las necesidades del pasado, son modelos rígidos cuyo protagonista es el docente y el alumno únicamente se dedica a escuchar y a aceptar innegablemente lo dicho por el profesor. Como respuesta a este escenario, el alumno muestra poco interés para aprender y la memorización de contenidos prevalece como la única forma de evaluar el aprendizaje.

PROYECTO EDUCATIVO INNOVADOR

Un proyecto educativo innovador parte desde un diagnóstico, pues si no se reconocen los problemas, carencias o necesidades de la institución educativa, el proyecto estará lejos establecer objetivos y estrategias educativas que permitan dar respuesta de forma oportuna y hacer frente a los cambios, pues cada institución educativa, cada salón de clases es diferente. 

Establecer un plan es vital para llevar a cabo las acciones pertinentes que faciliten al alumno adquirir un aprendzaje situado, abierto, inclusivo y dinámico. No hay que olvidar que al poner en practica el plan, la evaluación (ya sea cualitativa o cuantitativa) permitirá no solo verfificar si los objetivos planteados se han conseguido sino que la evaluación es una etapa fundamental que ha de estar presente durante todo el proceso. Pues si bien el plan da claridad en qué actividades, recursos y personas han de participar en él, éste no debe de ser rígido, pues ante todo debe de responder a los nuevos retos que se vayan presentando durante su ejecución.

Diseñar y poner en práctica un proyecto educativo innovador, implica reconocer una visión compartida, tal como lo señala Alfiz (1997), cada agente de cambio (padres, docentes y drectivos) deben tener claro cuál es su papel en la escuela, pues mediante su compromiso y participación se asegura un verdadero cambio de paradigma.