El individuo que ejercerá el liderazgo debe contar con las siguientes características para ser un buen líder:
Los mejores líderes son innovadores y visionarios, son capaces de identificar oportunidades para la organización y crear un ambiente que estimule la creatividad e impulse la productividad.
Un gran líder posee de gran fuerza personal excepcional, una capacidad de inspiración hacia los demás sin ser controlador con los demás. Para lograr ser un buen líder debe tener los conocimientos requeridos, debe saber comunicarse y relacionarse con el equipo, debe ser capaz de tomar decisiones y solucionar las crisis que puedan llegar a presentarse, y lo más importante, debe entender y apoyar a cada integrante. Durante el proceso de liderazgo construye gente eficientemente responsable y con talento, ya que serán quienes realicen el trabajo para llegar a los objetivos que se desean.
Ahora bien, ¿se han preguntado si un líder nace o se hace? Hay personas que, dado su carácter y a ciertos rasgos, muestran auténticos dotes de liderazgo y están más destinadas a asumir el rol de liderazgo parecen tener una cierta habilidad de asumir ese papel dentro de una empresa u organización. Sin embrago, las personas necesitan aprender y experimentar para llegar a ser buenos líderes. Es importante mencionar que no hay una forma exclusiva de desempeñar el liderazgo eficaz, sino que pueden existir formas diferentes de desarrollarse que pueden ser igualmente exitosos, en función del fin para el que se desarrolla.
Tres rasgos que un buen líder debería poseer son los siguientes:
Por lo tanto, es muy importante un liderazgo ético y responsable, y que éste sea desempeñado por una persona ética que se guía con valores que conducen a su buena práctica. Además de una buena moral y costumbres, basadas en la confianza y credibilidad. Se debe tener un modelo a seguir, pero el líder no solo debe dar a conocer las normas, sino también debe ofrecer la viva imagen de alguien que se comporta según a ellas y da lo mejor de sí en beneficio de la organización. Para que así sean personas de conducta para proyectar un buen liderazgo ético.
En primer lugar el líder influye directamente en la creación y desarrollo del ámbito para el cual se creó el equipo. Si se actúa de una forma moral y éticamente, se forjará un ambiente de confianza, respeto y responsabilidad hacia los integrantes. También, el líder debe asumir la responsabilidad de representar la formación de personas racionales, es decir, personas con mente analítica que exijan más pensar pero sin olvidar el sentir y puedan tomar decisiones en las que predomine el análisis racional.
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