Resignificando la Escuela

   RESIGNIFICANDO LA ESCUELA                    

La escuela debe ser un espacio desde la libertad, la vida misma y el cuidado del otro, tendría que ser como ese parque de diversiones donde los niños desde su espontaneidad se relacionan con el otro, donde pueden tener la posibilidad de expresarse pero atendiendo también al ser del otro que está presente, que posibilita que de un momento a otro todos se conviertan en amigos. Ese parque, que está lleno de motivación, alegría, éxtasis y aventuras se convierte en la invitación para constuir espacios desde el convivir y compartir al interior del aula, donde pueda aflorar la imaginación de diversos mundos que acoge a cada ser humano desde su sensibildiad y su ser.   

La educación tendría que ser también una danza, donde así mismo como al bailar la cumbia se recuerda y se honra toda una cultura, como fruto del largo e intenso mestizaje durante la Conquista y la Colonia. La enseñanza debería ser ese álbum de fotografías que cuenten las historias que nos han atravesado desde los antepasados y podamos comprender la necesidad de tener una memoria histórica, resaltando los actos de valentía y motivándonos a recuperar, integrar  e imaginar nuevas formas de habitar este mundo, que poco a poco nos ha ido conduciendo a un mundo del olvido, de sí mismos y de los demás, pues pareciera que el otro no tiene importancia y nos encontramos solos como si nadie estuviera a nuestro alrededor. Por ello, tendríamos que poner en escena esa pasión, amor y expresión que promulga la danza, permitiendo que cada persona se apropie de esa necesidad de recordar y resignificar las prácticas y pensamientos que nos han dejado nuestros antepasados, pero que también, deben ser cuestionados y replanteados, transcendiendo las barreas de esa sociedad que ha sido dominada y que al mismo tiempo, pretende dominar y controlar toda expresión del ser humano.

El maestro deberá incitar en sus estudiantes el deseo y el disfrute en el aula de clases. Deberá permitir prácticas de participación, memoria histórica, libertad y corporalidad, que permita a los estudiantes mostrarse y formarse desde la relación con el otro y la reflexión en conjunto que se haga de cada cosa que los acontece y los rodea.  La escuela debe vivirse como: ¡UNA FIESTA PARA SER, ESTAR, CONVIVIR, RECORDAR Y RESIGNIFICAR EL MUNDO QUE HABITAMOS!