Información o sensacionalismo

Con títulos tan morbosos como A 3 metros de Julen o Cercade Julen buscaban tener al telespectador enganchado a sus cadenas día y noche, pues también hay que reconocer que con este estilo de noticias también aparece la vena más morbosa de la audiencia ya que a esta le encanta pensar en teorías y juzgar ellos mismos lo ocurrido con familiares y amigos. Estos sucesos no son la primera vez que pasan ni será la última pues, por ejemplo, con los atentados del verano de 2017 en Cataluña repitieron hasta la saciedad las imágenes y videos de los momentos posteriores al atropellamiento en Las Ramblas con el único fin de ¨informar¨ sobre lo ocurrido. Pero, al igual que con el caso de Julen, de verdad hacia falta centrarse tanto en el sufrimiento de la gente y de sus familiares si realmente la única intención que tienen es informar sobre lo ocurrido. Ahora bien, seguro que si ahora le preguntásemos a alguien sobre los atentados de Barcelona únicamente se le vendrá a la cabeza la imagen de la furgoneta con el parachoques reventado sobre el mosaico de Joan Miro, pero nadie sabría responder a alguna pregunta como el día que sucedió o el nombre del terrorista.

En conclusión, se podría decir que al igual que en el famoso acertijo de ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? Aquí pasa lo mismo, ¿Qué fue primero, la televisión en busca del amarillismo o un publico ya de por si morboso que busca satisfacer esta necesidad a base del drama ajeno y los medios únicamente satisfacen dicha necesidad?