Se disputaba entre el equipo local C.D Tarancón contra el equipo toledano C.D Sonseca. En este partido los dos equipos se jugaban mucho, conseguir la gran copa de la liga y del mayor campeonato de fútbol de la comarca. Eran los dos equipos favoritos de la gente y los que provocaban un gran interés de los aficionados por este campeonato, tienen una gran afición y sus partidos son de los más conmovedores e intensos. Todo esto finalizó con una gran catástrofe.
Llegaba la hora del partido y los aficionados comenzaron a llenar las gradas del campo de fútbol del C.D Tarancón. Familias, amigos, forasteros de otros lugares vinieron a disfrutar de esta gran final de liga, era muy esperada por parte de todos los jugadores, entrenadores y directores.
Se acercó la hora de empezar el partido y no cabía ningún alfiler en las gradas, se notaban los nervios por parte de los dos equipos y la tensión que los jugadores recibían por los aficionados de los dos equipos. Comenzó el partido y todo era muy tranquilo, no había goles por parte de ningún equipo, pero justo cuando quedaba poco para el descanso el equipo local marcó un golazo por toda la escuadra, lo que volvió loca a toda la gente y comenzaron las tensiones del equipo contrario. A la vuelta del descanso, el equipo visitante comenzó a jugar con muchas ganas y a dejarse la piel en el partido hasta que por fin consiguieron empatar marcando un gol de falta, que realizó uno de los jugadores del equipo local al borde del área de la portería. Los aficionados de los dos equipos empezaron a animar a sus equipos con sus cánticos.
Cuando ya le quedaba poco al partido y el 1-1 seguía en el marcador, el árbitro pitó un penalti que no fue justo a favor del equipo visitante, lo que provocó una gran tensión y enfado por parte de los jugadores y aficionados del equipo local. Uno de los jugadores del equipo visitante tiró el penalti y marcó gol, lo que provocó que los aficionados del equipo taranconero saltaran al campo enfadados dirigiéndose al árbitro y a los jugadores del otro equipo con una gran rabia. El árbitro sufrió un fuerte golpe en la cabeza y el helicóptero tuvo que venir a por el para llevarlo al hospital. Algunos de los jugadores sufrieron fuertes golpes en su cuerpo y tuvieron que ser llevados al hospital de Toledo.
El partido más esperado por todos se convirtió en el peor partido de toda la temporada y manchando la imagen del fútbol y del deporte en general.
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