VIOLENCIA DE GÉNERO, ¿UN MAL ERRADICADO?

Con motivo de este hecho, vamos a hablar y debatir sobre si la violencia de género está siendo exterminada durante estos últimos años o, por el contrario, es un acto que sigue sumando muchísimas víctimas en nuestro país.

Lo primero que debemos decir es que la violencia machista o contra la mujer es un acto de odio o manía contra un grupo social, en este caso el de la mujer. También hay que poner en contexto el hecho de que la violencia de género dejó el pasado año de 2018 un total de 47 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas. Y lo que es más llamativo (y escalofriante a la vez) es el número de mujeres asesinadas desde 2003, cuando se empezaran a contabilizar estos actos. En concreto, es un total de 976 muertes, un número que da que pensar mucho sobre la violencia y, lo que es peor, que siga ocurriendo esto durante una época en la que las igualdades sociales deberían estar presentes en la mente de todos.

Se entiende que los gobiernos de los países deben ser responsables en la prevención, tratamiento y protección de las mujeres, debiendo garantizarles la libertad y la vida. Esto se debe a que la violencia de género es uno de los ataques más flagrantes a los derechos fundamentales y, por tanto, hay que interpelar a los poderes públicos para que adopten medidas (y, por consiguiente, que sean reales y efectivos).

Además, hay un pensamiento erróneo sobre el movimiento feminista, ya que este no es un movimiento antihombres. Esto hace que no haya una comprensión de las políticas feministas, sino que no se permita de una u otra forma la erradicación de la violencia contra las mujeres.

Por otro lado, volviendo al acto dado en Tarancón esta pasada semana, uno de los alumnos del centro recitó en un manifiesto que quieren "demostrar la implicación de las nuevas generaciones en cuestiones tan importantes como es el apoyo a las mujeres y la repulsa a la violencia contra la mujer. Es necesario dar el peso que se merece a este tema desde la educación, ya que es la base de nuestra sociedad”.

Este último argumento me parece que es una de las cosas más importantes, ya que naciendo en una sociedad donde se condena todo acto violento contra la mujer, hará que los más jóvenes sean capaces de prevenir estas situaciones e incluso hacer que la violencia machista desaparezca por completo en las siguientes generaciones.