Foto: Austrian Airlines

La idea de separar el pasaje de los vuelos comerciales en diferentes clases en función únicamente de lo que puedan pagar parece anacrónica, y no falta quien la encuentra un poco ofensiva. Sin embargo, es un ejemplo perfecto de optimización de recursos bajo dos palabras: business class.

Si tienes algo más de diez minutos, este magnífico vídeo de Wendover Productions explica (en inglés) como nacieron las clases en los aviones.

Para entender el nacimiento de la clase business hay que remontarse a los orígenes de los vuelos comerciales. En cierto modo, si hoy podemos volar a precios asequibles es gracias a que existen diferentes pasajes con diferentes precios.

 

En los comienzos de la aviación comercial no había diferencias de clase entre una parte del avión y otra. Todo el avión tenía los mismos asientos y los precios de los pasajes eran uniformemente carísimos. El precio de un pasaje en 1950, ajustado a la inflación, supera los 6.800 dólares actuales.

Primero llegaron las escalas, luego los turistas

La clase turista de PanAm, en 1952. Foto: Everything PanAm

Todo eso cambió en los años 40 y 50. La primera distinción se hizo para aprovechar los vuelos postales. Los aviones que transportaban cartas aún tenían asientos, y las aerolíneas comenzaron a vender estos pasajes a un precio más asequible por una buena razón: Los vuelos de correo siempre hacían escalas.

En 1952 debutaron las clases turista y business. Originalmente, el espacio en cabina de las dos clases era el mismo. La diferencia estaba únicamente en las condiciones del billete y tenía sentido. Los billetes de turista no se podían modificar y había que comprarlos con mucha antelación. Ambas condiciones se aplican bastante bien a alguien que planea sus vacaciones meses antes. Por su parte, los billetes business eran más flexibles y se podían comprar días antes o en el mismo momento. El mayor precio no importaba porque normalmente es la compañía la que paga, no el viajero.

Cómo hacer qué más gente vuele

La historia de las clases en los aviones no es la historia de como las aerolíneas añadieron más y más privilegios para hacer ciertos pasajes más caros, sino de cómo segmentaron el interior del avión para lograr meter a más pasajeros y así amortizar cada vuelo.

Interior de la clase Economy de un 747 de Cathay Pacific. Foto: Luke Lai

En los años 70, la llegada del enorme 747, del Concorde y la liberalización de las compañías aéreas agudizaron el proceso. El Concorde se convirtió en el avión de primera clase por excelencia, y eso hizo que aún hoy, muchas compañías y aviones no tengan primera clase. La alternativa fue atraer al consumidor medio alto haciendo que parte de los asientos tuvieran más espacio aparte de ventajas en el billete. Había nacido la clase Business actual. El futuro, de hecho, pasa por eliminar completamente primera clase porque sus ventajas, comparadas con Business, no son tan atractivas.