Los pueblos del Báltico, se esparcieron al este y sudeste de Europa durante el segundo milenio a.C, su nombre proviene de la cercanía del Mar Báltico y el río Dniéper, donde podían encontrar pueblos vecinos como las tribus iranias y ugro-fineses, con quienes guardan una relación genéticamente con las lenguas eslavas y germánicas, abarcando lo que hoy es Bielorrusia y Polonia.