El "Riachuelo" agoniza cansado que lo envenenemos

Un Riachuelo cansado de nosostros

Hace 10 años la Corte suprema de justicia, condeno al Estado Nacional, la Provincia de Buenos Aires y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a detener y reparar el daño ambiental, producido en la zona Cuenca Matanza/Riachuelo.

Estos barrios periféricos de la zona sufren constantemente el problema de sus redes cloacales. Si bien existieron varios planes de saneamiento, la endémica decidía y falta de presupuestos los detuvieron una y otra vez.

El meollo de esta cuestión es el conurbano. Allí sus afluentes y cloacas contaminadas, luego de tormentas o sudestadas, inundan poblaciones con voracidad y una carga mortal de gérmenes y bacterias. Estos se impregnan en las casas, en las paredes, en muebles y lo que es peor, en los pulmones de los que allí a cada paso multiplican su posibilidad de contaminación como una ruleta macabra sin control.

La situación en el Riachuelo es crítica. El desmanejo de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) pone en peligro a cientos de miles de personas cada día, a niños, a adultos mayores. El Riachuelo no es solo agua contaminada del río, también tiene su componente nocivo en tierra firme, se deben sanear basurales, atender la salud, relocalizar viviendas, hacer asistencia social, planes de agua y reconversión industrial.

Al respecto, una serie de organizaciones que integran el cuerpo colegiado —Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), Greenpeace Argentina, Asociación Ciudadana por los Derechos Humanos (ACDH) y Vecinos de la Boca— destacan en un documento emitido en conjunto: "A 9 años del fallo de la Corte, solo hay una política de Estado todavía ausente….”

De acuerdo con los informes de la auditoría interna de Acumar, el 57% de los basurales saneados se han reinsertado nuevamente como basurales. La cobertura de agua y cloacas todavía no llega a la mitad de la población que vive en la cuenca; no ha logrado censar de manera específica la población en riesgo sanitario, ni se generaron capacidades para evaluar la situación de salud ambiental, ni se articuló una intervención de las distintas áreas de Acumar para reducir la exposición de estas poblaciones vulnerables a las amenazas de la contaminación.

El organismo no interviene en el control de emisiones gaseosas, residuos peligrosos y contaminantes orgánicos, persistentes, ni en la evaluación de impacto, ni en la habilitación de industrias de elevada complejidad ambiental. Tampoco en la resolución de problemas derivados de la localización de las industrias, ni en la planificación de los nuevos parques industriales.

En 1997 se comenzó a idear el Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA), en el 2000 se terminó de perfilar los lineamientos del proyecto y en el 2001 se licitaron las obras correspondientes. Se debe regular y detener este flujo de contaminación en aguas estancadas, servidas y napas que desbordan recorriendo las calles de tierra, donde niños y animales se convierten en los primeros eslabones de una red mortal. Esta  concluye con adultos con cáncer, restos de plomo en sus pulmones y lo peor, ignorando el verdadero peligro que implica vivir en su degradado hábitat .El Plan se interrumpió y aletargó constantemente, a pesar de su urgente implementación

Recién en 2008 se reflotó el proyecto de saneamiento y en el 2010 el banco mundial otorgó un crédito por el 50% de las obras, lo que coloca financiamiento a solo la mitad

Recordemos que la contaminación de la Cuenca cuenta con el aporte constante de residuos industriales que no se detienen, como si la zona fuese territorio de algún planeta lejano y distante al que jamás llegara la vida humana

El Plan Sistema Riachuelo es la nueva esperanza y una obra de infraestructura urbana que procura una solución integral al problema .Consiste en la realización de la planta de tratamiento cloacal con un túnel de 12 km, cuya función es internarse por debajo de lecho del rio y está proyectada a una finalización de aquí a 5 años, con un costo total de 12000 millones de dólares

Según datos de la autoridad de la cuenca, Acumar hay 1,8 millones de metros cúbicos de residuos sólidos que se acumulan en basurales a cielo abierto. Todo esto en zonas afectadas por constantes inundaciones y un olor nauseabundo que identifica como un sello la actitud de las industrias que continúan depositando residuos en la cuenca.

Elisa es el nombre de la tonelera que construirá el segundo tramo del colector del margen izquierdo del sistema Matanza/riachuelo. Este iniciará su recorrido en el predio de la estación de bombeo Boca/Barracas de AYSA y finalizara en Villa Lugano recorriendo 9,5 km

Estará bajo una zona densamente poblada por el que será construido por debajo del nivel freático a una profundidad que oscilara entre 14 y 24 metros y constara de tres etapas:

1) Colector Margen izquierdo

2) Planta de tratamiento y estación elevadora de entrada y estación de elevado de salida de Dock Sud

3) Planta emisario Riachuelo de Dock. Sud

El plan afecta a 4 millones de habitantes a los que se les intentará dar dignidad a su vida, esa que perdieron entre basura química y desechos industriales. Que no solo los afecta a ellos sino que nos involucra como generadores de  dichas condiciones El deterioro ambiental es esa mano invisible que con total impunidad da muestras día a día que el hombre es el primer depredador en la escala geológica de la vida, tan así es que no solo deteriora su propio hábitat, sino que impulsa desarrollos económicos que degradan humedales, bosques y sobre todo Hombres y mujeres.

Las mejoras en el Riachuelo podrán empezar a verse en 2025. Este es el año límite, que la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (Acumar) puso como plazo máximo, para las distintas acciones que debe llevar adelante. Así lo asegura el organismo en su respuesta a la Corte la semana pasada y en la que expone como el mayor déficit la atención sanitaria.

Las obras de infraestructura, que incluyen el emisario subfluvial que llevará las cloacas a aguas abiertas, estarán listas según el cronograma oficial, para 2023 y, la planta de tratamiento de las curtiembres, en 2021. Los planes de gestión de residuos se trabajarán con los municipios y seguirá la limpieza de espejo, una de las pocas acciones que se han mantenido en el tiempo. La relocalización de vecinos también culminará en 2025.

La situación actual muestra más de 15.000 familias que siguen esperando soluciones habitacionales, un camino de sirga que aún no fue liberado, unos pocos planes de reconversión industrial por parte de las empresas, la calidad del agua igual o peor que hace una década y los suelos del Polo Petroquímico de Dock Sud, contaminados.

Luis Duacastella, Defensor General Adjunto porteño declaro: "Es una causa que trabaja sólo con la parte condenada, ni los vecinos ni con los actores originales. Nadie los escucha ni atiende sus reclamos. El tema sanitario es más grave porque no hay un seguimiento. Los chicos menores de 5 años que registran hoy tienen 15 y siguen con plomo en sangre. Nadie hizo nunca un tratamiento. La causa tiene tres ejes: "Uno de obra pública que es en el que hace más hincapié la Corte, con condicionamientos de presupuestos marcados por los vaivenes económicos. El Cuerpo Colegiado ponen más la lupa en la cuestión ambiental y de vertidos y nosotros, que acompañamos a los vecinos con los reclamos".

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El titular del Observatorio de Derechos Ambientales de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad, Elio Brailosky, economista, ecologista historiador, presentó un informe comparativo del Riachuelo con el rio Támesis de Londres.

"El Támesis tiene una longitud de 346 kilómetros y un desnivel total de 110 metros. Su caudal medio es de 65,8 metros cúbicos por segundo. El problema, para darse una idea, es que no se sabe, o si se sabe no se usa como parámetro, cuánta contaminación soporta el río. Dicho en otras palabras, si se desea tener en el Riachuelo la misma calidad de agua que en el Támesis, las normas sobre volcado de efluentes deberían ser por lo menos 10 veces más rigurosas que las normas inglesas"

El saneamiento del Támesis demandó 40 años, el del Rin, en Alemania, otro tanto. En el riachuelo, las aguas, siguen turbias y muy lejos de ser inofensivas a la salud de las personas que todavía conviven con ellas