La risa es de todos o de nadie

Por Gisela Mesa

Arístides Ricardo Álvarez es un estudioso de la problemática de los videojuegos en los niños. Tesina de Proyecto de Investigación; Internet. Problemática del uso de esta herramienta en niños, adolescentes y adultos; Reglamentación del uso de los cibers en Rosario. Trabajo de Investigación para el Honorable Consejo Deliberante. El profesional brindó una charla exclusiva sobre las nuevas formas de acoso escolar, el acoso a través de las redes sociales y cómo prevenirlos a través del uso eficiente y responsable de las nuevas tecnologías

Eres el impulsor de la asociación civil Si nos reímos nos reímos todos, cuéntanos en que qué consiste este proyecto.

La Asociación Civil “Si nos reímos, nos reímos todxs”, nace a partir de la necesidad de abordar la convivencia tanto en el ámbito escolar, como en clubes para niños y adolescentes y en el ámbito laboral para adultos. Nuestro objetivo es la prevención de situaciones de conflictos y su resolución cuando ocurren favoreciendo la convivencia y contra todo tipo de acoso, maltrato o discriminación. En principio el tema lo comencé a trabajar en la escuela secundaria y superior que dirijo (Instituto Superior n° 9045 “Zona Oeste”)  junto a alumnos, preceptores y docentes que acompañaron. Pronto el tema y la demanda superó nuestras expectativas y recursos así que  surgió la idea y la necesidad de sumar profesionales (psicólogos, psicopedagogos, abogados, médicos, trabajadores sociales), padres de familias, alumnos y ex alumnos, docentes y víctimas de bullying que aportaran su experiencia profesional y de vida para nuestra misión y objetivos. Así surgió nuestra ONG con personería jurídica n° 180, única que aborda esta temática de forma integral en la Provincia de Santa Fe.

En tus charlas siempre transmitís la importancia de que los jóvenes se impliquen en la lucha contra el bullying. ¿Cómo es la metodología  de tus charlas y que recibimiento tienes de los jóvenes?

Que los jóvenes se sumen a nuestra lucha contra el acoso escolar (bullying) es imprescindible. Estamos convencidos que estos hechos no se producirían sin la presencia de espectadores, y que si los mismo jóvenes lo frenan rápidamente no sumándose a los acosadores, el hecho se resuelve como un conflicto. Ellos deben – si no pueden impedir los conflictos solos – pedir ayuda a un adulto y aquí los adultos tenemos el deber como padres, como docentes, como adultos responsables de solucionar el conflicto para que no pase a mayores. Además en las charlas de prevención, la presencia de los jóvenes hablándoles a sus pares es fundamental, nada mejor que ellos para transmitirles sus experiencias y advertirles a sus pares sobre las consecuencias ingratas del acoso escolar y del ciber acoso.

 A menudo se piensa que la solución al maltrato solamente está en los propios jóvenes implicados, sus padres y en los profesores. ¿Qué hay de cierto en esto?

La violencia es social, el acoso, el maltrato, la discriminación es un tema inserto y naturalizado en nuestra sociedad, y llega a las escuelas, por ello no es correcto hablar de violencia escolar, la violencia es social. Cuando se produce no hay un solo culpable y una sola solución. La culpa de que se produzca es de todos y la solución debemos encontrarla entre todos. Escuela, familia y Estado presente con recursos y herramientas para la prevención y resolución de los conflictos. Desnaturalizar la violencia como forma de solución ante el maltrato, apostar al diálogo siempre. El bullying es la consecuencia de un silencio pedagógico.

¿Cuáles son los principales  factores que motivan el acoso escolar? ¿Y cuáles son las causas por las que el agresor lleva  a cabo esta conducta?

El acoso escolar se produce cuando prima el individualismo sobre lo colectivo, la competitividad sobre lo cooperativo, la indiferencia sobre la participación, el “no te metas” sobre el involucrarse, la mezquindad y el egoísmo sobre la solidaridad, el miedo sobre la resiliencia y la asertividad. Cuando este escenario es el que reina en las escuelas, clubes, y sitios donde se sociabiliza, el agresor tendrá terreno fértil para hostigar, humillar, discriminar a través de sus burlas, bromas, agresiones físicas y psicológicas potenciadas a través de las redes sociales. El agresor probablemente también es víctima de maltrato en su seno familiar y no encuentra la forma correcta de expresarlo, de pedir ayuda y entonces recurre a la agresión de aquellos que tienen una personalidad débil, sumisa,  para enfrentar y frenar las agresiones. El agresor cuenta además con el silencio y la complicidad de los observadores que permiten que estas situaciones se produzcan callando o participando activamente en el acoso, además de la pasividad de los adultos que no intervienen naturalizando este tipo de situaciones o peor aún echando culpas en otros adultos para evitar involucrarse y solucionar los conflcitos. Cuando los adultos intervienen el acoso (bullying), maltrato y discriminación se terminan.

¿Qué consecuencias a largo y corto plazo se pueden observar en ambas partes, tanto en el agresor cómo en la víctima?

Las consecuencias son siempre negativas, tanto en el corto como en el largo plazo. El agresor sino cambia de actitud y no es ayudado, tendrá una personalidad agresiva, le costará tener amigos, sociabilizar, resolverá los conflictos en forma violenta, seguramente encontrará alguien que lo enfrente de manera más violenta y las consecuencias entonces serán imprevisibles. Es una persona frustrada en las relaciones y la soledad será su única compañía seguramente con el tiempo. En cuanto a la víctima las consecuencias de acoso, del maltrato producirán daños psicológicos a veces irreversibles. Su autoestima es dañada de tal manera que perderá su confianza para entablar relaciones afectivas, laborales, profesionales. Será temeroso, inseguro, negativo, desconfiado, pesimista. La ayuda profesional, la contención familiar, el afecto y el amor de sus compañeros y  amigos son fundamentales para revertir esta situación a la que lo ha llevado el acoso, el maltrato y la discriminación recibida.

¿Qué papel opinas que representan los medios de comunicación en relación con el acoso escolar?

El papel de los medios de comunicación en este tipo de situaciones de conflictos y violencias es fundamental. Los medios lamentablemente priorizan las noticias negativas, violentas, los accidentes, los robos, los asesinatos, homicidios, las catástrofes, alimentan el morbo del ser humano que consume esas noticias por sobre las que transmiten optimismo, amor, afecto, alegría, logros, positivismo. Las noticias de las escuelas tienen que ver con la violencia, las carencias, los conflictos. Esas noticias son las que venden, las que suben el rating porque el público las consume. Los aviones que sufren accidentes son las noticias, no los  miles que aterrizan a diario con éxito. Los medios - con un amarillento tratamiento de las noticias - exacerban muchas veces los conflictos, la violencia, y sus consecuencias extremas, el homicidio, el suicidio. Debe abordarse el tema con mucho cuidado, profesional y conscientemente. Dejar de lado la puja por la  inmediatez de las noticias y la competencia por las primicias para priorizar las consecuencias de una mala e insensible comunicación.

¿Hay alguna manera de que los padres se den cuenta de que sus hijos están sufriendo acoso escolar?

Hay muchas señales de que nuestros hijos puedan estar sufriendo acoso escolar (adjunto volante), de las mismas nos podemos dar cuenta a partir de que tengamos un diálogo fluido con ellos, donde prime la confianza, el amor, los límites y la coherencia en nuestros accionar. Los niños manifestarán alteraciones en sus hábitos de estudio, de alimentación, de sueño, de las relaciones con sus pares, trastornos físicos (golpes, moretones, cortes), aislamiento, temores, miedos, llanto, reacciones violentas, depresión.

Imagina que ahora, uno de nuestros seguidores que está leyendo esta entrevista, está pasando por una situación de acoso en su colegio, ¿cuál es el mensaje que le darías? ¿Cuál es el primer paso que debería dar?

Si sos víctima, frená la agresión, animate a decir que eso no te gusta, que te hace daño, que se pongan en lugar tuyo, que eso no te hace reir, que no está bueno, que sufrís y que no lo vas a tolerar. Si no podes solo, pedí ayuda.

No te quedes callado, buscá ayuda en un adulto, en la seño, en la profe, en el preceptor, en el portero, en los directivos, en tu familia, en alguien de tu confianza, Siempre habrá alguien dispuesto a ayudarte. Contá lo que te pasa, no te lo guardes, no te lastimes, no te eches culpas, hay mucha gente que te quiere y está dispuesta a ayudarte.

¿Y si quien nos lee está siendo testigo de una situación injusta contra un compañero, pero no sabe qué hacer? Le preocupa que la víctima lo pase mal, sabe que el maltrato no está bien, pero teme ser un chivato (soplón)…

Si sos testigo de una situación de acoso, maltrato, discriminación (bullying), nunca debes quedarte callado. Tratá de impedirlo hablando con el agresor o los agresores, explicándoles que eso no está bien, que un compañero está sufriendo, que la está pasando mal, que a ellos no les gustaría que se lo hicieran, tratá de convencerlos sin recurrir a la violencia. Ubicalos, guíalos. Si no podés solo buscá ayuda en tus compañeros o en un adulto de tu confianza. El bullying se soluciona cuando intervenimos los adultos.

Pedir ayuda, denunciar e informar a los adultos de lo que pasa es ser buen compañero,  no es ser buchón (soplón).

Recordá que un compañero/a que está sufriendo y no lo merece, y vos podés ayudarlo, vos podés impedirlo. Involucrate, no mires para otro lado, “si nos haces nada, sos parte”

El lema es “si nos reímos, nos reímos todxs”. No hace falta reírse de otro para pasarla bien mientras ese otro sufre.