Una nueva moneda: El Austral

El gobierno radical de Raúl Alfonsín, en especial el ministro de Economía, Juan Vital Sourrouille, anunció el lanzamiento del Plan Austral, el cual establecía que no se iban a realizar nuevas emisiones monetarias y congelamiento de precios y salarios, creando así una nueva moneda. 

En el marco de una inestabilidad económica, con una hiperinflación, en febrero de 1985, Sourrouille reemplazó como ministro de economía a Bernardo Grinspun. Posteriormente, este lanza el Plan Austral, que inicialmente tuvo éxito al conseguir una baja de la inflación. Se puede decir que en poco tiempo las exportaciones aumentaron al igual que las reservas y la recaudación fiscal. 

La nueva moneda, el Austral, equivalía a $1000 pesos argentinos, lo cual involucraba la devaluación del peso ante la nueva moneda y con un dólar equivalente a 0,8 centavos

Las medidas llevadas a cabo por el gobierno radical fueron el control de precios a los productos y a las tarifas de servicios públicos, el congelamiento de los salarios, no había una emisión monetaria para poder detener la hiperinflación que crecía un 1% diario.  

Anunciaron la puesta en marcha del Plan Austral, un proceso por el que se creaba una nueva moneda, el Austral, se congelaban todos los precios de la economía y se establecía un mecanismo de desagio por el cual se deflactar los precios quitándoles la inflación que llevaban implícitamente calculada. El Plan Austral se basaba en la idea de que, en una economía de alta inflación durante varias décadas, el único modo de lograr la estabilidad era frenando lo que llamaban “inflación inercial”, es decir, la anticipación de la inflación por parte de los operadores económicos, para después atacar las causas estructurales. El Plan Austral arrojó buenos resultados al comienzo, pero para 1986 la inflación volvió a ascender.