LA MEJOR FIESTA GASTRONÓMICA DE CATALUÑA

El último domingo de cada enero se celebra un gran homenaje a la conocida y divertida calçotada

Se comenta que los calçots fueron descubiertos en el siglo XIX en la comarca de Valls, Tarragona, por un agricultor el cual empezó a asar esta hortaliza y a comerla junto a una salsa casera. Esta simple y sencilla comida es uno de los platos más representativos y populares de la cocina catalana.

Los calçots son unas cebollas tiernas y alargadas, similares a los puerros, de sabor dulce que se cocinan a la brasa y luego se envuelven en papel de periódico con el objetivo de mantenerlos calientes. Esta hortaliza se come con las manos retirando la capa exterior tostada y mojando el tierno interior del calçot en salsa romesco. La salsa romesco esta elaborada con almendras tostadas, tomates, añoras, pan tostado mojado en vinagre, ajos, aceite de oliva y sal. Además, en muchas ocasiones, los catalanes consumen esta verdura junto a carne asada o de una rica escalivada, otro plato típico de la tierra.

Este popular producto catalán se consume en los meses de invierno y tiene su propia fiesta denominada calçotada que da lugar a un divertido evento, en el que se reúnen familiares y amigos para disfrutar de un buen festín. Cada año en Valls se realiza un concurso para elegir el mejor calçot, la mejor salsa y el mayor comedor de calçots.