La búsqueda de luz de Jesús

Un día Jesús Ángel Chumbiray a los 20 años decidió cambiar su vida por completo,  sabiendo que su vida como artista no le daría el dinero suficiente para apoyar a su familia y vivir tranquilo, su padre decepcionado no quiso ayudarlo más cuando se enteró que su hijo simplemente quería hacer lo que más le gustaba, actuar.

Vive en el km 23 del distrito Carabayllo, tiene tres hermanitos, ama el baile, la actuación y sobre todo cantar. Aunque no haya estado en las mejores academias de talentos por falta de dinero, él desde niño supo que ser un artista era su mayor.

Para ganarse un sencillo tenía que salir a cantar a los carros, y algunas veces ayudar a su mamá en el mercado. Su madre que perdió su trabajo no pudo ayudar más en casa, y su padre, un egoísta, no le dio la mano. Frustrado, pero no derrotado comenzó a trabajar como payasito sacando sonrisas a muchos niños y personas mayores donde tan solo ganaba entre 10 a 15 soles de vez en cuando. Esas sonrisas de las personas lo motivaban a seguir adelante a pesar de las circunstancias. Su búsqueda por algún centro cultural fue en vano, ya que ninguno podía apoyarlo y tampoco le dieron la mano porque no cumplía con los requisitos económicos para pagar uno.

Hasta el día de hoy los centros artísticos o culturales son muy pocos y no brindan apoyo a las personas de escasos recursos como Jesús, que tampoco tiene el apoyo de sus padres. Contándome su historia se le hacía un nudo en la garganta por todo lo que tenía que pasar día a día. Cuando él se enteró que los centros culturales estaban en los distritos más fichos de Lima se llenó de tristeza porque sabía que por él no iban a hacer uno en su distrito y menos gratis. “El ser un artista es de corazón y nací siéndolo, pero cuando no tienes donde aprender y perfeccionar lo que más amas hacer, muchas veces te dejan frustrado sin poder hacer nada. Sin embargo, yo seguí aprendiendo por mi cuenta, leyendo y estudiando para adquirir más conocimientos. Escoger ser un artista es duro y más cuando no tienes dinero. Aprendí en la calle y de las personas, porque lo único que me tiene de pie es poder sacar adelante a mi familia y a mis hermanitos con este don que Dios me dio”, me contó. Muchos jóvenes como Jesús viven esperando que algún centro artístico los apoye para que demuestren esas habilidades que tienen.

El día de hoy, Jesús con 24 años vive feliz por que pudo lograr lo que tanto quería: ayudar a su familia. Ahora da clases de claun, mimo, baile y actuación en un parque del distrito de Carabayllo donde asisten niños, jóvenes y adultos con bajos recursos económicos. Él también aprendió muchas cosas gracias a que a su vida llegó un amigo el cual lo apoyó y le enseñó todo lo que el día de hoy sabe y agradece enormemente.