UNAS ALPARGATAS, DE LUJO
EL ACTUAL
EL ACTUAL 
icono de búsqueda de contenidos

UNAS ALPARGATAS, DE LUJO

La marca Castañer desde los inicios hasta su expansión internacional

Ainoa | 8 ene 2020


Los sueños a veces se hacen realidad. Con ganas, energía, ilusión y sobretodo mucho esfuerzo, una pequeña empresa construida en una pequeña ciudad puede llegar a triunfar en zonas como Europa y Norteamérica o trabajar con grandes marcas como Gucci y Louis Vuitton. Esto lo sabe muy bien la familia Castañer, la cual fundó su marca de alpargatas en Banyoles, la capital de la comarca del Pla de l'Estany. 

Todo empezó cuando un artesano, Rafel Castañer, decidió ponerse a coser alpargatas utilizando un material muy humilde y económico, el esparto, haciendo que el producto se consolidara como el calzado por excelencia de los campesinos de la ciudad y de sus alrededores. Años después, concretamente en 1927, su nieto, Luis Castañer, junto con su primo, Tomàs Serra, decidieron abrir el primer taller de alpargatas industrializando el proceso de producción. Así pues, la empresa hizo un gran salto y empezó a configurar una marca que llegaría a ser muy potente en un futuro: las alpargatas Castañer

La llegada de la Guerra Civil Española supuso la nacionalización de la compañía por parte del gobierno Republicano, de forma que los soldados que eran enviados en el frente no solo iban equipados con armas sino que llevaban unas alpargatas de siete vetas confeccionadas por Castañer. Desgraciadamente, pero, en el periodo de la posguerra, la decadente situación del país arrasó en todos los sectores, incluyendo los de los zapatos. Cada vez había menos campesinos a los cuales calzar, haciendo que la empresa se encontrara en el peor momento desde sus inicios. Entonces la compañía solo vendía en el ámbito regional. Además, en aquella época la sociedad española empezó con mucho retraso la revolución industrial, de manera que los campesinos emigraban en las fábricas de las ciudades en las que iban a trabajar, sustituyendo las alpargatas por las chirucas, unas botas de campo formadas por una suela de goma por fuera, de cáñamo por dentro y de empeine blando, que se distinguía por la vulcanización de la suela de las alpargatas. 

La remontada vino en la época de los años 60, cuando la marca llevó a cabo una revolución interna. Lorenzo Castañer y su esposa, Isabel Sauras, pasaron a ser los nuevos dirigentes, aportando ideas modernas que supondrían un gran cambio: el color fue incorporado en las alpargatas. Esto, no solo les hizo salir de la crisis bajo la cual habían sido sometidos hasta entonces, sino que también les permitió abandonar el mundo agrícola y empezar a crear un calzado de moda, muy popular en la zona mediterránea. Así pues, los intelectuales, artistas, actores y grandes personalidades pasaron a ser los principales compradores del producto, convirtiéndose en fieles de la marca luciendo las alpargatas en todo el mundo. Isabel Sauras los describe como “Hippies que fueron un boom turístico en la época”. 

La señora Castañer explica como simultáneamente en aquella época les surgieron nuevas oportunidades bastante curiosas, de negocio y de exportación en los países nórdicos de Europa, las cuales la empresa aprovechó. Después de contactar con una eficaz secretaría del Icex en Suecia y con un hábil importador local, se exportaron muchas alpargatas hacia este mercado y la sociedad las empezó a usar como zapatillas de estar por casa. “Combinando la calefacción con la suela de esparto hizo que el producto fuera atractivo”.  

Los años 70 son considerados como la época gloriosa de la firma. Yves Saint Laurent, uno de los grandes personajes de la moda parisiense, propuso un reto a Castañer: la elaboración de unas alpargatas con falca. Isabel lo recuerda explicando que ella, junto con su marido, fueron a la feria de la Semaine du Cuir en París y un día, tres jóvenes elegantes, se les acercaron interesándose por su producto. Sauras reconoció enseguida el más tímido, quien se quedó en estado pensativo mientras sostenía una alpargata en las manos y no dejaba de observarla. Este joven era nada más y nada menos que el grande Yves Saint Laurent, uno de los valores más emergentes dentro de la moda parisiense y mundial de la época. Fue en aquel momento que les propuso de hacer una cosa nunca vista, las alpargatas con falca. Yves hacía tiempo que tenía esta idea en la cabeza y había pedido a diferentes fabricantes que la pusieran en marcha pero nadie había conseguido resolver el reto. Lorenzo e Isabel decidieron aceptar la propuesta, “era una idea genial pero sencillamente no sabíamos como desarrollarla”. 

Gracias a la ayuda de la familia francesa Helaine, propietaria de la marca ARCHE, lo pudieron conseguir, puesto que enviaron un técnico a Banyoles para ayudarlos. Así pues, un mes más tarde, de la estación de Girona salió un Talgo con un revisor al cual se le dio una propina para que llevase las primeras muestras a las oficinas de la Rue de Petrarque del diseñador francés. Yves quedó maravillado con la propuesta y no dudó ni un segundo al calzar con alpargatas de falca a las modelos de su próximo desfile. A partir de este momento, pues, pasaron a convertirse en un producto de lujo y de gran calidad, y varias marcas de alto renombre quisieron también trabajar con la firma. “Durante estos años es mucho más fácil denominar las firmas con quienes no trabajamos que no con las que realizamos diferentes colaboraciones”, explica la señora Sauras. “Hermès, Louis VuittonBalenciagaFendiGucciLanvi y Chloè, fueron algunas de ellas”. 



En los años 90 varias mujeres que vivían en los pueblos de alrededor de Banyoles empezaron a realizar a mano el proceso de vetar los zapatos a cambio de una remuneración. Uno de los ejemplos sería el villaje de Mieres, un pueblecito de unos 300 habitantes situado en la Garrotxa, donde 30 mujeres aproximadamente se dedicaban a este trabajo. Empar Planas, una de las cosedoras, recuerda como “cada tarde nos reuníamos todas las señoras del pueblo y empezabamos a coser mientras hablábamos de los asuntos más suculentos del vecindario”. 

Rafael Castañer, el pequeño de los hijos del matrimonio, también rememora esta época, puesto que era el encargado de llevar a las mujeres los zapatos que tendrían que vetar. “Cada día tenía que ir al pueblo a llevar las alpargatas, y lo hacía por las tardes porque así las señoras me daban de merendar: era un tiempo maravilloso”. 

Desde entonces, la empresa fue creciendo avanzando en el mundo de la moda. En el 1994 ya abrió su primera tienda en Barcelona en el n.º 230 de la calle Rosselló, la cual sería la primera de muchas. Este proceso lo hizo después de que se constituyera como una S.L en 1993. 

En la actualidad, la compañía se encuentra presente a más de 50 países y tiene puntos de ventas propios a ciudades como París, Barcelona, Madrid, Tokyo, Singapur, Sevilla, Mallorca, Santander, Aruba, Guatemala, Santiago de Chile, Bogotá, Llafranc y Cadaqués. 

El perfil de la marca son mujeres de entre 30 y 40 años, independientes, con estudios y apasionadas del glamur. Así pues, está calculado que en China, más de 40 millones de señoras invierten diariamente en viajes y moda lo cual hace que sea un mercado muy llamativo. Estas consumidoras consideran el producto como un zapato mediterráneo, con una personalidad propia. Y esto es así por el hecho que la marca no varía su producto según el mercado, sino que siempre es el mismo con independencia del país donde es distribuido. Antonio Castañer, uno de los hijos de Lorenzo e Isabel y que actualmente es uno de los dirigentes del negocio, declara: “queremos que se nos vea igual en todo el mundo, no hacemos colecciones especiales por ningún mercado”. 

Así pues, tener presencia en el país asiático era el gran reto de la marca que lo consiguió en el 2015, después de llevar a cabo una táctica clave: Domingo Barrachina pasó a ser el nuevo director general, con el objetivo de conseguir una fuerte expansión internacional hacia países como Asia y América, destacando China como principal. Barrachina era el director de retail de Tous por Europa, Oriente Medio y África, que se convirtió el nuevo director general después de que José Andrés Bel dejara el cargo por mutuo acuerdo.  


La familia Castañer sigue dirigiendo la empresa, manteniendo el trabajo, el entusiasmo y la energía para adaptarse a las necesidades de sus clientes, sin perder la esencia con qué Rafel Castañer fundó la marca. Cuatro de los hijos del matrimonio – Luis, Antonio, Cristina y Rafael- llevan el negocio en la actualidad. Antonio declara que trabajar en una empresa familiar es beneficioso por “la inmediatez de las decisiones” pero perjudicial por el hecho que “a veces cuesta diferenciar el ámbito personal del profesional”. Rafael, el otro hermano, confiesa que “es un honor poder seguir el negocio familiar y ver como el trabajo de los antepasados sigue en marcha”.  

La sede y planta de diseño y producción sigue estando en Banyoles la cual está formada por unos cuarenta trabajadores. Hay que destacar que también dispone de talleres de fabricación en Cataluña y Elda, dando trabajo a unas 200 personas más. Su producción anual se sitúa en los 400.000 pares de zapatos y el 70% de ella es exportada en el extranjero. 

Castañer ha realizado un gran camino hasta la actualidad: de diseñar alpargatas para campesinos a consolidarse cómo una de las empresas más importantes y famosas de nuestros tiempos. Y tanto es así, que Isabel fue premiada en 2010 con la Medalla de Oro del mérito de las Bellas artes, concebida por el Ministerio de Cultura de España. Un reconocimiento, pues, que muestra el esfuerzo de toda una vida, el esfuerzo de salir adelante un negocio y una familia con tanto éxito como lo ha conseguido Isabel. 

Sin duda a la marca todavía le queda un largo camino para recorrer y mil innovaciones más que realizar, dejando una huella por allá donde pasan y consolidándose cómo una de las empresas familiares más prestigiosas y respetadas.  

 

 

 

 

Temas relacionados:

Opiniones de este contenido

Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.




 No hay opiniones. Sé el primero en escribir.


Escribe tu comentario
* Datos requeridos
Título *
Contenido *
Tu nombre *
Tu email *
Tu sitio web
 
Te recomendamos...
The House Style
https://press.parentesys.com/29862/
NotiCoba
https://press.parentesys.com/21001/
Las revoluciones de la edad moderna
https://press.parentesys.com/45286/
Genetics UCE
https://press.parentesys.com/49685/
CREACCIONA NEWS->blog()
https://www.creacciona.com/