Estos efectos perjudiciales vienen dados tanto por el exceso en el tiempo que se dedica al entrenamiento como en la intensidad del mismo, por lo que hay que atender a ambos factores para valorar si una persona se está ejercitando en exceso. Los principales problemas físicos por el exceso de ejercicio son oxidación y envejecimiento celular, la primera consecuencia del exceso de ejercicio es la aceleración del proceso de envejecimiento ya que el cuerpo libera una mayor cantidad de radicales libres, lo cual también nos puede predisponer a sufrir enfermedades
Así, en el momento en que el cuerpo se encuentre muy cansado, las defensas caerán y existen más posibilidades de caer enfermo. Otra consecuencia de este trabajo excesivo es un trastorno del sueño. La actividad consigue acelerar la mente y el cuerpo, y la sensación es como si siempre se estuviera activos. Lo primero que siente es una notoria merma del rendimiento, además de un incremento de la frecuencia cardiaca sobre todo a las mañanas. El más doloroso de esos síntomas son las lesiones permanentes.
Como estrategia de primera línea y de mejor práctica clínica se recomienda hacer un ECG y exploración para identificar cardiopatías arritmogénicas (miocardiopatías y canalopatías). Se considera que el ecocardiograma u otras técnicas de imagen no mejoran significativamente el rendimiento diagnóstico en el cribado de masas y no parecen ser coste efectivas.
Vigorexia
Una de las condiciones patológicas que se asocian al entrenamiento físico y, en especial, al entrenamiento con pesas, es la vigorexia. Esta condición es un tipo de trastorno dismórfico corporal en el que la persona se ve menos musculada de lo que está y se obsesiona por tener un cuerpo de gimnasio (es decir, musculado).
El origen de la vigorexia se encuentra en la cultura de la imagen en la que vivimos inmersos. Los medios de comunicación nos envían continuamente mensajes publicitarios sobre el cuerpo perfecto, muchas veces de manera irreal. La obsesión por la dieta y el ejercicio físico puede llevar a una persona a sufrir vigorexia, y la vigorexia puede llevar a un individuo a obsesionarse con el ejercicio físico.
Si bien el ejercicio físico moderado es bueno para el sistema cardiovascular, e incluso el entrenamiento intenso cuando se realiza de manera apropiada, el exceso de ejercicio puede causar un incremento de los problemas circulatorios y cardíacos.
Según una investigación de la revista Heart, practicar mucho deporte puede ser contraproducente para el corazón, especialmente en aquellas personas con más de 30 años que entrenan intensamente más de cinco horas a la semana. Los datos concluyen que un 19% de la población son más más propensos a desarrollar alguna cardiopatía como la fibrilación auricular al llegar a los 60 años.
El sistema inmune también se ve perjudicado con el exceso de ejercicio físico, en especial porque el cuerpo no descansa lo suficiente. Esto causa distintos problemas para el organismo, porque no se recupera apropiadamente como debería hacer en un periodo de descanso. El sistema inmunológico débil se manifiesta con más resfriados, fiebre, dolores de cabeza y enfermedades más serias.
Fuentes: https://psicologiaymente.com/deporte/consecuencias-negativas-exceso-ejercicio-fisico
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