El sector educativo se ha volcado, prácticamente al 100 %, en la no presencialidad y en los recursos telemáticos. El comercio electrónico, por su parte, ha subido en España un 50 % respecto a las cifras anteriores a la pandemia.
En resumen, lo que se veía con recelo e incredulidad hace no tanto (teletrabajo, educación online, etc.) se ha visto precipitado por la pandemia. Esta situación da la imagen de encontrarnos ya en una sociedad digital y, por tanto, compuesta por ciudadanas y ciudadanos digitales.
Desde que T. H. Marshall publicara Ciudadanía y clase social en 1950, se han identificado sociológicamente tres dimensiones del concepto de ciudadanía:
Esta última es, precisamente, la que enfatiza la RAE en su definición de ciudadano/a: “Persona considerada como miembro activo de un Estado, titular de derechos políticos y sometidos a sus leyes”.
Cada una de las tres dimensiones (ciudadanía cívica, social y política) abarca diferentes ámbitos de la vida del ser humano. Véase, además, que son definidas como “derecho a”. Eso significa que son exigibles y que alguien (las autoridades públicas) deberá responder en el caso de que dichos derechos no se proporcionen, al menos en unas mínimas condiciones, dentro de un sistema democrático.
La sociedad de mediados del siglo XX en la que Marshall definió este concepto tripartito de ciudadanía no se corresponde con la compleja sociedad tecnologizada en la que vivimos en 2020.
La emergencia de las tecnologías de la información y de la comunicación y su extensión a todos los órdenes de nuestra vida nos lleva a revisar el contenido de un concepto tan fundamental como es el de ciudadanía.
La introducción de Internet impregna desde hace más de 20 años las tres dimensiones citadas anteriormente. Hablaríamos ahora de una ciudadanía digital que añade a las dimensiones tradicionales de ciudadanía el componente del manejo tecnológico y las contextualiza en la sociedad digital actual.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.