El movimiento ferrocarrilero fue el de mayor importancia durante su administración. Los trabajadores estaban cansados de los métodos represivos que Jesús Díaz de León, secretario general del Sindicato de Trabajadores Ferrocarrileros de la República Mexicana, implementaba para reprimir cualquier oposición y porque sus salarios habían disminuido 1.35% entre el sexenio comprendido de los años de 1951 a 195.
En 1958, los ferrocarrileros inconformes crearon la Gran Comisión de Salarios, en la que comenzó a destacar el representante de la XII Sección del Sindicato Nacional de los Trabajadores del Petróleo, Demetrio Vallejo. La Comisión chocó con el Comité Ejecutivo del sindicato, ya que mientras éste exigía $200 pesos de incremento salarial, la oposición pedía $350.Al final. el gobierno de Ruiz Cortines decidió dar $215 pesos de aumento; la Gran Comisión y el Comité Ejecutivo decidieron aceptar.
Ruiz Cortines resolvió el problema momentáneamente el miércoles 2 de julio de 1958; accediendo a algunas peticiones obreras y lidiando con la presión obrera. El problema lo heredaría su sucesor, Adolfo López Mateos, quien tendría que lidiar con la huelga ferrocarrilera de 1959.
En su gobierno se construyeron planteles educativos en varios sitios del país y se hicieron campañas para erradicar el analfabetismo; pero el atraso educativo nunca se resolvió. La insuficiencia del gasto federal en materia de educación durante su sexenio para coordinar a los estados y municipios, motivó a que el 26 de junio de 1957 se creara el Consejo Nacional Técnico de la Educación.
Hubo pequeñas manifestaciones de estudiantes por la invasión a Guatemala en 1954 en la ciudad de México. Fueron clausuradas la Escuela Nacional de Maestros, la Escuela Normal Superior y varios planteles dependientes del Instituto Politécnico Nacional por la carencia de aulas y otras instalaciones.
Ruiz Cortines dio la instrucción a Antonio Ortiz Mena, director del IMSS, de llevar el seguro a todos los lugares del país y de iniciar el seguro social para los campesinos; además ordenó que hubiera un uso adecuado del dinero destinado a esa dependencia para evitar el despilfarro en el gasto médico y de medicinas. En su primer informe de gobierno, el 1 de septiembre de 1953, Ruiz Cortines informó que el 42% de los mexicanos era analfabeto, que 19 millones de campesinos vivían al día y que el 60% de la población tenía la percepción económica de apenas la quinta parte del ingreso nacional. En los últimos diez años, la población había crecido en 6 millones de personas.
En su sexenio, en México había 32.656 millones de personas, buena parte de las cuales no encontraba más salida que cruzar la frontera como espaldas mojadas, como se les llamaba porque muchos cruzaban nadando el río Bravo. El primer año había servido para iniciar el proceso de honestidad y austeridad que en su discurso inaugural había prometido, además de detectar los principales problemas y proponer soluciones. A partir de 1954 comenzaría a hacer obras importantes.
Durante su administración se incrementaron los salarios reales de los trabajadores; se financiaron las obras petroleras mediante el uso de emisiones de bonos y sin contraer deuda externa. Al final de su sexenio en 1958, Ruiz Cortines dejó una deuda de $798 millones de dólares. Las campañas nacionales para erradicar el paludismo, la tuberculosis y otras enfermedades tuvieron mucho éxito. La implementación en todo el país de juntas de mejoramiento cívico y moral, como lo hizo en sus tiempos de Gobernador de Veracruz, fueron bien recibidas. En su gestión se fomentó el ahorro nacional desde la niñez, se fundó el Instituto Mexicano de Vivienda y se estableció la Comisión de Inversiones.
En 1956 reanudó sus operaciones la reorganizada Compañía Exportadora e Importadora Mexicana S.A. (CEIMSA), fundada en 1937 durante el régimen de Lázaro Cárdenas. Esta estaba dirigida a los barrios más pobres de la ciudad de México, a donde llegaban camiones repletos de lenteja, arroz, frijol, huevo y leche; donde era más barato que los establecimientos comerciales entre un 30 o 40%. El tiempo en que duró la CEIMSA en funciones, muchas familias salieron beneficiadas por las ofertas de productos básicos que podían comprar por precios baratos.
El programa de Ruiz Cortines se vio afectado por la corrupción. Las mismas personas de los barrios a quienes los camiones de CEIMSA distribuían, estaban en complicidad con los distribuidores oficiales. La empresa funcionó con el mismo nombre hasta el año de 1962, cuando los propósitos de CEIMSA fueron retomados por el presidente López Mateos, dando origen a la creación de CONASUPO.
Ruiz Cortines consideraba, por su experiencia en materia demográfica y de estadística, que México tenía la ventaja de sus dos extensos litorales, de manera que se podía redistribuir la población si se desarrollaban mejor los puertos turísticos, de cabotaje y pesqueros. Por ello, Ruiz Cortines implemento el Programa de Progreso Marítimo, al que se le destinó en su sexenio $750 millones de pesos, y que la publicidad sintetizó como “La Marcha al Mar”. Para los 10000 kilómetros de litorales con que cuenta México, se localizaron 70 puertos con objeto de mejorarlos o construirlos desde el principio; se establecieron enlaces del Altiplano a las costas y comunicaciones interoceánicas.
Al comenzar su periodo presidencial, Ruiz Cortines se enfrentó a una economía inmersa en la inflación, originada en los sexenios anteriores, que no se había podido erradicar pese al continuo crecimiento económico iniciado en 1950.
Ese mismo auge económico fue el que provocó una inflación acelerada por haberse incrementado las inversiones de una manera descontrolada, por las consecuencias que provocó la dependencia de los mercados extranjeros y debido a la estrechez del mercado interno provocada por la política de control de sueldos.
Esos problemas se hicieron evidentes al terminar la Guerra de Corea en 1953, ya que se redujo la demanda mundial y se disminuyeron los precios internacionales de las materias primas, eventos que perjudicaron de manera rápida a la producción agrícola de México, que tenía sus bases principales en los cultivos de exportación.
De esta forma, se redujo el ingreso para la clase campesina, dándose como consecuencia interna que no hubiera demanda de productos agrícolas e industriales. Los empresarios decidieron limitar sus inversiones en México, hecho que agravó el problema porque se redujo el PIB, mismo que casi se paralizó en 1952.
Después de una década de crecimiento continuo, la economía nacional había llegado a una crisis. Por ello, Ruiz Cortines implementó una “Política Estabilizadora” que tenía el objetivo de detener el rápido incremento del costo de la vida y de evitar que la demanda interna continuara aminorándose, factores que afectaban el crecimiento industrial.
Para poner en práctica la “Política Estabilizadora”, Ruiz Cortines implementó el Plan Agrícola de Emergencia. Fue presentado el 11 de diciembre de 1952 por Gilberto Flores Muñoz, secretario de Agricultura y Ganadería y entró en funciones en enero de 1953.El plan estaba encaminado específicamente a:
El Plan Agrícola de Emergencia fue exitoso; se logró aumentar la producción de los alimentos básicos, mismo que no fue suficiente para cubrir las necesidades de la población. El beneficio a los pequeños agricultores fue casi nulo pues se continuó dando preferencias a las medianas y grandes empresas que eran dueñas de las mejores tierras.
La importancia de la importación de alimentos fue fundamental en la lucha contra la inflación del 6.9% que había en su sexenio.Consistía en importar exclusivamente los alimentos indispensables para conservar las cosechas que se obtendrían en el país por medio del Plan Agrícola.
Las cosechas no fueron tan grandes debido a la sequía que azotó al campo mexicano en 1953, factor que provocó el aumento de las importaciones con el objetivo de satisfacer la demanda interna de los alimentos básicos.
El control de precios estuvo manejado durante su sexenio por la Dirección General de Precios, encargada de fijar los precios y de vigilar que los comerciantes los respetaran; y la Secretaría de Gobernación, que se dedicó a erradicar el acaparamiento y el monopolio.
La estabilización del presupuesto y la disminución de precios que traía consigo, permitieron mejorar los salarios reales de los trabajadores, con excepción de los desempleados a causa de las contracciones de las inversiones privadas y públicas, provocadas por la inflación.
Los empresarios privados se abstuvieron de invertir hasta que el gobierno de Ruiz Cortines modificara su política de austeridad presupuestal y decidiera impulsar la industria, lo cual tuvo que hacer a fines del año de 1953.
Desde ese año, el gobierno intensificó el fomento a la producción agrícola mejorando los precios de garantía del maíz y del frijol, ampliando las partidas presupuestales para implementar sistemas de riego, lo que permitió aprovechar adecuadamente los recursos naturales y brindar insumos a los productores.
En la Semana Santa de 1954, el 17 de abril Ruiz Cortines devaluó el peso de $8.50 a $12.50 por dólar. La nueva paridad estaba subvalorada, pero el presidente decía que “no quería pasarse el sexenio devaluando”. La siguiente devaluación sería hasta 1976. El gobierno tomó la decisión de devaluar en los días santos debido a que los bancos permanecerían cerrados y con ello se evitaba la compra descontrolada de dólares.
Ruiz Cortines dio un gran impulso a la industria, tal y como había sucedido en administraciones anteriores. En 1954 se destinó un presupuesto al sector paraestatal del 20.2%, se les brindaron facilidades fiscales a las empresas privadas, lo que permitió elevar considerablemente extensiones e impuestos, lo que redujo el ISR y otros subsidios de menor trascendencia. Además se estableció que no se pagarían impuestos respecto a los sueldos de $300 pesos mensuales, con el fin de mejorar el ingreso de los compradores de productos mexicanos.
Se aplicaron medidas financieras que permitieron aumentar la disponibilidad de las instituciones de crédito de depósito y, como consecuencia, su capacidad de otorgar créditos. Se estableció en 1954 el Fondo de Garantía y Fomento para las medianas y pequeñas industrias. Se creó la Financiera Nacional Azucarera, cuyo objetivo era impulsar la industria del azúcar.
Se estableció el Consejo de Fomento y Coordinación de la Producción Nacional, encargado de coordinar la política económica del gobierno con la iniciativa privada, para mejorar la economía nacional. En febrero de 1954, se elevó en un 25% los impuestos a las importaciones y limitando la importación de artículos lujosos; y se modificó la tarifa del impuesto general de importaciones con el propósito de ajustarlo a las necesidades de las empresas nacionales.
Con la política de fomento a la industria, el gobierno de Ruiz Cortines logró ponerle fin a la espiral inflacionaria, logrando que México entrara a la etapa del “desarrollo estabilizador”, triunfo que causó gran sorpresa a nivel internacional y que fue considerado como el “milagro mexicano.” La situación de la economía comenzó a cambiar negativamente hacia fines del año de 1956, debido a que, junto con la inversión extranjera directa había entrado el capital especulativo. Como resultado, el último año del sexenio se caracterizó por las manifestaciones de las clases trabajadoras por el alto costo de la vida.
Sin embargo, el gobierno de Ruiz Cortines logró cimentar las bases de una política económica que sería decisiva para el desarrollo capitalista de México en el siguiente decenio.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.