Cambios en el sistema educativo

   Gran parte del alumnado está de acuerdo en que el sistema educativo actual necesita cambios, pero ¿cuáles y cómo serían esos cambios?

   Nos han enseñado a conformarnos con este sistema desde que nacemos hasta que acabamos los estudios, por eso nunca decimos nada al respecto, pero en realidad a todos nos gustaría cambiarlo... ¿y cambiarlo por qué? Por métodos que nos enseñen lo mismo pero de forma mucho más interesante.

   Estudios psicológicos han demostrado que los alumnos retenemos más información cuando se nos estimula, y no dándonos un libro y pidiendo que lo escribamos entero el día del examen para luego olvidarlo por completo. Además, no necesitamos que unos estudios psicológicos nos lo digan, seguramente ya lo hemos comprobado... por ejemplo ¿nunca has tenido ese profesor o profesora que enseñaba con prácticas, juegos, etc…, y su clase acabó siendo en la que más te divertías y en la que más aprendías? Seguro que sí.

   Trabajar las emociones, fomentar la creatividad, fomentar el trabajo colaborativo, prepararnos para el mundo que hay fuera, plantear retos, mezclar los métodos tradicionales y los nuevos, etc, sería la respuesta a la pregunta que se nos propone sobre cuáles serían los cambios. La práctica de estos ejemplos nos llevaría un paso más cerca del sistema educativo perfecto. Desgraciadamente, los alumnos hemos decidido conformarnos debido a la dificultad de provocar cambios. Y aunque lo ideal sería conseguir provocarlos, realmente no es fácil responder a la pregunta inicial: ¿y cómo empezamos?

   Pero en realidad ya tenemos la respuesta, la perseverancia. La perseverancia respecto a presentar ideas, compartir opiniones, intentar conseguir los objetivos, y por último, intentar lograr el cambio entre todos. Un cambio que tardaría, por supuesto, pero que al final, con la ayuda de todos, se lograría.       Además, ¿qué gran cambio no ha tardado tiempo y requerido esfuerzo para ejecutarse con éxito?

-Camila Carretero