El Luddismo

En Inglaterra para el año 1811, se crea un movimiento obrero, llamado “Luddismo,”era una revuelta espontánea y desorganizada, la cual consistía en atacar las máquinas e instrumentos de producción cuando un puñado de artesanos ingleses protestaron contra las endemoniadas máquinas que les quitaban el trabajo, ya que podían ser manejadas por operarios más baratos y menos cualificados.

    Este movimiento tiene por líder a Ned Lud, un ser que quizás sin confirmación hasta la fecha de su existencia, este movimiento es el que le ha dado consecuencia a la implementación del maquinismo de la época e hizo que se deterioraran las condiciones laborales de los obreros. Así comenzaron las primeras manifestaciones en desacuerdo con esta implementación, destacándose la de Nottinghan, donde se incendiaron setenta (70) máquinas de coser.

    Hay dos elementos casi indisociables al movimiento: humanismo militante y violencia contra las palancas, los engranajes, los motores y las tuercas. Ya para 1817, este movimiento empieza decaer, a finales del siglo XX, en plena era la revolución digital, surgió el movimiento neoluddismo y se ha mantenido hasta la actualidad,

         Para este momento, siglo XX y XXI, podemos hacer mención a una tradición narrativa desde el mismo momento en el

que los primeros grandes imaginadores de la ciencia-ficción pusieron máquinas acompañando a sus héroes, como sucedió con Chales Chaplin con su obra “Tiempos modernos.

    Hubo grandes productores,  escritores y creadores como Julio Verne que usaba máquinas y la ciencia para llevarnos a parajes fantásticos e inexplorados, que ponía a las máquinas (terribles estructuras gigantes de metal, claramente inspiradas en las monstruosidades paridas por la Revolución Industrial) a las órdenes de seres de otra galaxia Y segundo, porque la idea de la creación que se rebela contra su creador tiene un potencial dramático que está con nosotros desde antes de la creación del género.

    Por eso el mito de Prometeo robando el fuego a los dioses es imperdurable, por eso 'Frankenstein' de Mary Shelley es mucho más que la historia de un científico loco que reanima muertos y por eso nos fascinan las historias de máquinas que adquieren consciencia y se revelan contra nosotros, sus creadores. Porque nos encanta recuperar ese drama una y otra vez