Hay padres que se preguntan si es adecuado que lo haga en todos los lugares que se les ocurra, y la respuesta adecuada es que sí, pero con unos límites y unas normas establecidas. Es decir a los pequeños no se les puede frenar su creatividad porque entonces perderán la necesidad de hacerlo y es necesario que sientan esa magia interior cuando más tiempo mejor. Por ejemplo en casa se puede pintar un trozo de pared con pintura de pizarra para que puedan dibujar todo lo que quieran en ese trozo de pared. Si no quieres pintar la pared también existen otras opciones más económicas como poner papel de mural en la pared y delimitar la zonas de “arte” de los pequeños. La idea no es frenar ni prohibir, simplemente establecer unos criterios para que puedan seguir desarrollando su imaginación y su creatividad.
Cuanto más dibujen mejor, porque mejorarán su técnica y además tendrán mayores beneficios en su desarrollo. Dibujar tiene muchos beneficios intelectuales, motoras y emocionales, además y por si fuera poco le ayudará a desarrollar su personalidad. ¿Te das cuenta todo lo que hace unos lápices de colores y un papel? No se necesita mucho más para sacar todo lo bueno del dibujo.
Además el dibujo tiene otros beneficios importantes en su desarrollo como por ejemplo: estimula sus sentidos y lo conecta con el entorno y con el mundo de la fantasía, potencia una buena coordinación viso-manual mejorando la psicomotricidad fina, mejora la atención el tiempo de concentración, entrena para la lectoescritura, potencia la imaginación y la creatividad, ayuda a canalizar las emociones pudiendo exteriorizarlas sin necesidad de hablarlas…¿a qué esperas para darle un papel y lápices de colores a tus hijos?