DECIDAN POR MI.

Desde mi punto de vista, toda las decisiones que tomen, para el bienestar de una persona está bien. En este caso en particular, Lina no tenía científicamente una posibilidad de vida y de que se recuperaría y tomaría una vida normal, mientras que la eutanasia daría por terminado el sufrimiento de los padres, que habían hecho hasta lo imposible por verla morir DIGNAMENTE, pero no fue así. Ciertamente estamos dados, a criticar desde nuestro ojo o nuestros zapatos lo que los demás tomen en sus vidas, pero Sonia estaba tan angustiada de ver a su hija, que por nueve años, día tras día, cada vez estaba peor. Esta tutela fue llevada al tribunal correspondiente y le dieron la razón a la madre, puesto que la niña no podía valerse ni física ni mentalmente por sí sola, pero este fallo llegaría demasiado tarde, puesto que Lina se marchó de este mundo sin la ayuda que imploró por días su madre.

Frente al tema de quien puede y quien no decidir por estas personas, me siento totalmente confusa al responder, puesto que no se sabe a ciencia cierta que podría estar pensando la persona, y todos los organismos son diferentes y hubo gente que volvió de esos estados. Pero viéndolo desde otra perspectiva, el dolor de un cáncer en cierto lugar, para que una persona pida que le ayuden a morir, me pone la piel de gallina, con solo hecho de pensar en la magnitud del dolor que siente esta persona que quiere descansar con la muerte asistida.