Seis meses después de anunciarlo, el Gobierno ha dado luz verde a la regulación por ley del derecho a una muerte digna -morir sin dolor- de los enfermos terminales. Su denominación oficial es más alambicada: Ley Reguladora de los Derechos de la Persona ante el Proceso Final de la Vida. La nueva regulación nada tiene que ver con la eutanasia, una promesa electoral del PSOE en 2004 -en realidad, la formación de una comisión en el Congreso para estudiar el tema- que ha ido diluyéndose ante el rechazo beligerante de los sectores más conservadores de la sociedad, abanderados al alimón por el Partido Popular y la Iglesia católica.
Tras una semana de espera, Ovidio Gonzalez, de 79 años, se convirtió en el primer ciudadano en Colombia al que se la practica la eutanasia. La muerte asistida de Gonzalez, quien padecía un cáncer de boca que le había desfigurado el rostro y le causaba un dolor creciente, se realizó la mañana del viernes en una clínica oncológica de Pereira, en el centro del país, al día siguiente de que la junta de médicos aprobara el procedimiento.