Daniel ríe mientras intenta explicar un concepto que tiene un alto grado de complejidad: "la integral de una función es otra función".
¿Y cómo se resuelve la función de otra función? "Existen varios métodos para resolverlas. Hay unas integrales que a la primera vez uno se memoriza cómo, pero otras requieren la aplicación de los métodos que se van aprendiendo a manejar", aclara.
"Para resolver bien un examen de integrales la única manera es hacer ejercicios. Es imposible aprender a manejar los métodos si no se practica; es como aprender a manejar otro idioma. Porque uno haciendo ejercicios es que aprende la teoría", cuenta Daniel.
Para Daniel, solo son dos puntos básicos:
El evento contó con la participación de 345 estudiantes de universidades de Medellín y de todo el país, y se realizó el pasado 21 de septiembre. Daniel llegó al concurso en el 2014, gracias a la publicidad y a los correos que los organizadores comparten para que los estudiantes se animen a hacer parte del mismo. Para entonces estaba cursando primer semestre y logró pasar algunas rondas. "Yo toda la vida he participado en olimpiadas y concursos de física y matemáticas; me gustan mucho porque pienso que muchas de las cosas que he aprendido han sido por esas olimpiadas. Además, más que el reto de superar a los otros, el desafío es con uno mismo y proponerse hasta qué tan lejos se quiere llegar", comenta.
El año pasado, este estudiante de Ingeniería Física se presentó por segunda vez al concursó, ocasión a la que llegó hasta el quinto lugar. La tercera fue la vencida, y gracias a su constancia, en 2016 logró alcanzar el primer puesto, que, a parte del reconocimiento académico, lo premió con bonos de regalo, un portátil y un viaje a Santa Marta todo pago para dos personas.
Durante su vida académica, Daniel siempre se ha interesado en este tipo de concursos. En esta fotografía, representaba a Colombia en Kazajistán.
"El ambiente del concurso me parece muy bacano. Lo realizan en el coliseo, donde ubican en filas todas las sillas para los más de 300 participantes. Uno arranca con dos vidas, entonces la dinámica es que proyectan la integral y el tiempo para resolverla; usualmente dan entre dos y seis minutos, dependiendo de la dificultad. Cuando pasa el tiempo los jurados recogen las hojas y revisan la integral. Si uno se equivoca pierde la primera vida y tiene la oportunidad de seguir participando, pero ya a la segunda sí le toca pararse e irse para las gradas. Van pasando las rondas y al final cuando sólo quedan cinco personas es muy emocionante con todas las gradas llenas de gente mirando, el tiempo, los profesores…".
Este año el concurso tomó 13 rondas. En la última sólo quedaban Daniel y otro participante, y el ganador se definió por el que respondiera en el menor tiempo; además Daniel todavía conservaba sus dos vidas.
La prueba no solo mide la resolución de integrales, también implica mucha concentración y manejo de la presión. Cortesía: Universidad Nacional de Colombia sede Medellín.
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