El gran Alvaro Carrillo, nos ha dejado un legado enorme, su música jamás se olvida.
Hace ya 50 años que un grande de la música Oaxaqueña, conocido internacionalmente, Álvaro Carrillo Alarcón, ya no está físicamente para llenarnos de alegría con sus temas, tanto boleros como chilenas, sin embargo, lo llevamos en nuestros recuerdos gracias a todo lo que nos dejó. Su melodiosa voz y excelentes composiciones, les daban vida a aquellas letras que causan, hasta ahora, mucha nostalgia e infinidad de sentimientos que transmiten cada una de sus más de 300 canciones escritas por el mismo.
Cacahuatepec, Oaxaca, es el origen de Carrillo, donde desde pequeño con influencias de su padre José María Carrillo Jiménez fue guiado al gran arte de la música. Tenía esa habilidad, ese amor a la música popular, y vaya que dejó marcado en ella muchas cosas.
El también ingeniero Agrónomo, egresado de Chapingo, compuso su primer canción “Celia” inspirado en una compañera de la escuela de la que se había enamorado, y es esa la gran magia de la música, pues según Víctor Hugo, “La música expresa todo aquello que no puede decirse con palabras y no puede quedar en el silencio”. Cuando hizo amistad con integrantes del trio “Los duendes”, el compositor de Sabor a mí, decide dedicarse por completo a la música, al ver que ellos ya incluían algunas de sus obras, como Amor mío.
1950, los años de boleros, una época hermosa, donde los tríos comenzaron a salir, y por los cuales el oaxaqueño se hizo más conocido, así intervino en radio, televisión, revistas, entre otros.
La mentira fue su primer tema musical con mayor popularidad, que posteriormente, en el año 1965, fue utilizada como tema principal de una novela titulada igual.
Álvaro Carrillo ha dejado una gran variedad de canciones en el estado de Oaxaca, "Sabor a mí" alcanza hasta más de 13 idiomas diferentes. Tanto ha sido su éxito que ha traspasado fronteras.
Forma parte de nuestra cultura, aunque murió de una forma trágica en un accidente automovilístico, ha dejado historia.
Obras
Amor mío
Amor mío, tu rostro querido
No sabe guardar secretos de amor
Ya me ha dicho que estoy en la gloria de tu intimidad
No hace falta decir que me quieres
No me vuelvas loco con esa verdad
No lo digas, no me hagas que llore de felicidad
Cuanta envidia se va a despertar
Cuántos ojos nos van a mirar
La alegría de todas las horas
Prefiero pasarlas en la intimidad
Olvidaba decir que te amo
Con todas las fuerzas que el alma me da
Quién no ha amado, que no diga nunca, que vivió jamás.
La mentira
Se te olvida,
que me quieres a pesar de lo que dices,
pues llevamos en el alma cicatricez,
imposibles de borrar.
Se te olvida,
que hasta puedo hacerte mal si me decido,
pues tu amor lo tengo muy comprometido,
pero a fuerzas, no será.
Y hoy resulta,
que no soy de la estatura de tu vida,
y al soñar otros amores se te olvida,
que hay un pacto, entre los dos.
Por mi parte,
te devuelvo tu promesa de adorarme,
ni siquiera sientas pena por dejarme,
que ese pacto, no es con Dios.
Y hoy resulta,
que no soy de la estatura de tu vida,
y al soñar otros amores se te olvida,
que hay un pacto, entre los dos.
Por mi parte,
te devuelvo tu promesa de adorarme,
ni siquiera sientas pena por dejarme,
que ese pacto, no es con Dios.
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