La familia fúnebre del Borne

Ya hace más de dos décadas del macabro crimen que conmocionó y tuvo en vilo a todo un país, creando un fenómeno mediático alrededor del cual se barajaron todo tipo de posibilidades. El pasado 27 de noviembre se cumplieron 45 años de uno de los sucesos que crearon más desconcierto en la sociedad y por el cual cayeron varios miembros de la policía nacional, que al parecer estaban implicados en el asunto.

Hoy en día, el 45 del Paseo del Borne de Barcelona alberga un club musical llamado El Copetín, el cual alberga un sin fin de turistas y de lugareños que vienen a disfrutar de la noche de Barcelona. El edificio data de 1905, en éste se encuentran dos viviendas por cada planta y tiene un total de 5 pisos. 

Por aquel entonces, el bar del que hemos hablado anteriormente era un colmado, si, aquellas pequeñas tiendas de barrio en las que encontrabas todos los productos necesarios. Que buenos tiempos aquellos, tiempos en los que en una ciudad como Barcelona los vecinos solían congregarse en las plazas donde se encontraban con tertulias varias.

En aquella época no se registraban tantos crímenes como ahora, eran tiempos de paz y tranquilidad, tiempos prósperos en los que la gente progresaba sin tantas dificultades. Aún así, todos sabemos que la manzana, por muy bien que se vea por fuera, podía estar perfectamente podrida por dentro. 

Una noche fría de Noviembre se dio el caso más importante para los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado y es que, éstos recibieron una llamada por parte de un vecino del bloque de pisos del 45 del Paseo del Borne, el cual denunciaba los gritos que se producían en el segundo A de ese edificio. Al llegar se encontraron con una escena que ninguno de los presentes había presenciado nunca. En la entrada se encontraban dos neonatos, presuntamente gemelos, con múltiples incisiones en el pecho y rodeados por un charco de sangre. 

A continuación los agentes advirtieron la presencia de más cadáveres, en el comedor encontraron una mujer estirada en el sofá, cosida a tiros, su rostro reflejaba el temor al que había sido sometida segundos antes de morir. Más adelante, siguiendo por el pasillo hacia las habitaciones encontraron el cuerpo sin vida de una mujer anciana. La Abuela materna de los niños se encontraba cuidando de ellos cuando acontecieron los hechos. Al final del pasillo, en la habitación matrimonial encontraron al presunto autor de los hechos colgado del techo, había fabricado una cuerda a partir de sabanas para ahorcarse.

Al parecer la pareja había tenido una fuerte discusión en la que él, Jacinto Pérez, capitán de la policía nacional de barrio Gótico, le recriminaba a ella, Lourdes Puig, profesora de primaria en los jesuitas de Sarriá, que no podía dejarle en evidencia delante de sus hombres, ya que ésta, al parecer, tenía un romance con el comisario de la central de policía del barrio Gótico.

Fué un desconcierto para los vecinos y la población de Barcelona que, como comentaba anteriormente, disfrutaba de una época de prosperidad en la que no se advertían crímenes tan tétricos. El ayuntamiento preparó un homenaje para  una familia muy conocida y popular en el barrio, se fijaron dos días de luto. Por otro lado, al funeral acudieron la mayoría de vecinos que conocían a la familia y que no se explicaban cómo de un día para otro podía haberles ocurrido esta tragedia.

Por aquel entonces, los medios, no hacían referencia a este tipo de sucesos. La verdad es que ni se conocía como tal, esa lacra que cada día afecta más a una sociedad que ya está cansada de ver cómo se siguen lamentando más pérdidas inocentes. Este fué el primer caso en el que se acusó al hombre de la autoría de los hechos y además, creó un fenómeno mediático que a día de hoy sigue vigente.