La doctrina del shock es una teoría de la historia basada en conceptos psicológicos propios del hombre, y casos históricos para comprobarlo. Plantea que un estado de shock genera una desorientación y abre paso a los seguidores del neoliberalismo para generar procesos de privatización. De esta manera se asegura que, con el tiempo, las empresas extranjeras han entrado a competir y absorber las economías débiles del mercado de la región en shock.