Entonces el pez gordo sí se come al pequeño

Nosotros los estudiantes estamos completamente conscientes de que un maestro no solo es alguien que dicta clases, sino que complementan la educación de casa, enseñándonos a convivir en un ambiente sano y así mismo transfiriendo sus conocimientos en diferentes áreas del conocimiento; es por todo esto que nuestros padres, cuando éramos pequeños nos enseñaron que debes respetarlos, pero... ¿y qué pasa con el respeto hacia los estudiantes? ¿Acaso no hay ninguna ley natural donde diga que los alumnos deben ser también respetados por sus superiores? Al fin y al cabo, todos somos seres humanos que merecen tener respeto por parte de otro ser humano.

Nosotros no tenemos quejas de todos nuestros educadores, solo de alguno que no solo ha utilizado palabras ofensivas a un alumno sino a un curso entero, por el simple hecho de haber malinterpretado algunas acciones ofensivas, de los cuales el curso ha pedido disculpas y sin embargo fueron rechazadas sin ni siquiera haberse tomado el tiempo de pensarlas o al menos escucharlas. Ahora es triste decir que en  la clase ya no se está en ambiente de comodidad. Lamentablemente, la comunicación entre el profesor y el curso es por medio de amenazas que baja la moral y el autoestima del alumnado.

No estamos aquí solamente para clavar nuestras caras en los inmensos libros de Álgebra o Historia para intentar memorizarlos y obtener una buena nota sino para aprender de nuestros superiores, porque no sólo son nuestros padres ejemplos que debemos seguir, también lo son nuestros maestros. Entonces, ¿qué nos quiere enseñar? ¿que entre más poder tengamos sobre otro podemos dejar el respeto a un lado?

Manuela Múnera Ceballos y María Paula del Castillo

1°B de Bachillerato