El graffiti: ¿Arte o Vandalismo?

Un joven  temeroso, observa con desconfianza las esquinas de un parque, concentrando su atención en una pared, su nerviosismo lo traiciona, dejando ver en su mirada todo lo que trama; destacándose con su pantalón y chaqueta holgada de colores llamativos, complementados con una gorra de color negra, que por el constante uso que le ha dado, se encontraba desteñida casi llegando al color gris obscuro; en su rostro se logra visualizar un destello proveniente de un piercing, ubicado en la ceja derecha, resaltando del resto de sus amigos, quienes visten uniformes de la institución donde él pertenece.

Jordán De la Cruz, un muchacho de 17 años, estudiante del Colegio ‘’Leónidas Proaño’’ ubicado en la ciudad de Latacunga, quien vive con su madre Ana Collaguazo, quienes son de bajos recursos; realiza grafitis como una forma de expresión social y la necesidad que lo aflige en el aspecto económico, pintando en las paredes del parque ubicado frente a la Universidad Técnica de Cotopaxi.

Siendo las 14h00 horas del viernes 02 de Junio, Jordán y sus compañeros observan sigilosamente a las personas quienes transitan muy cerca de ellos, Luis el mejor amigo del joven talento se encarga de encubrirle, para que posteriormente Jordán saque de su maleta una lata de espray de marca “champion”  y comience a realizar su trabajo en una pared cerca del parque ; la distracción que le causan las personas que transitan por el lugar, afligen al joven grafitero, ya que reflejan rostros de indignación, evitando concluir con su creativa forma de expresión. El joven mantiene un lema que lo describe diciendo “yo tengo algo que decir de pared en pared”, siendo esta su forma de actuar, pensar y expresarse.

La sociedad, con el contexto erróneo de su forma de pensar sobre el grafiti, ha considerado a Jordán un “delincuente”, por su forma de vestir y llamar la atención por seguir una cultura diferente, que da importancia al arte. No existen puestos designados para desarrollar este arte; el joven toma la medida de arriesgarse a ser arrestado, durante cuatro días y una multa de 292 dólares.

La comunicación es un impulso que se manifiesta de cualquier forma, así como el grafiti se ha venido presentando de diferentes maneras, pero con otras denominaciones, ya que según los estudios, los ancestros plasmaban lo que pensaban en las paredes o muros donde se situaban, dejando enmarcadas sus ideologías evidenciando que el grafiti se ha venido adaptando y formando según el ritmo que avanza la sociedad.