Se puede definir la higiene corporal como el conjunto de cuidados que necesita nuestro cuerpo para aumentar su vitalidad y mantenerse en un estado saludable. Ésta cumple con dos funciones fundamentales: mejorar la salud del individuo y la colectividad (con las implicaciones sociales y, por tanto, la relatividad cultural que la misma posee).
El que los niños adquieran actitudes y hábitos adecuados en relación a la higiene personal, así como del entorno, es importante dentro de las actuaciones de Educación para la salud que se realizan en los centros docentes, sobre todo con los más pequeños. En la adquisición de estos hábitos juega un papel fundamental la familia. El niño tiende a hacer aquello que ve, aunque en el colegio se hable sobre higiene y se tenga establecida una serie de hábitos, difícilmente llegarán a formar parte de su estilo de vida si sus padres con su actitud y comportamiento no contribuyen a ello. Es importante que el niño disponga de todos los útiles necesarios para su aseo: jabón, papel higiénico, cepillo de dientes, peine, toalla… y se sienta responsable de ellos.
La higiene en educación infantil es una de las funciones principales a estas edades, conseguir que los niños y las niñas sean lo más autónomos posibles en sus acciones, todo ello de una forma gradual y progresiva, utilizando diversas estrategias para su consecución y respetando el ritmo madurativo de cada niño y niña en la asimilación e internalización de una serie de normas y hábitos rutinarios, en este caso en los hábitos de higiene, se pretende crear en los niños un buen hábito de higiene y cuidado personal que les ayudará a sentirse mejor y a mantener una buena salud.
El cabello, al igual que el resto de la piel, se ensucia con mucha facilidad debido al polvo del ambiente y las secreciones del cuero cabelludo. Por eso, es importante lavarlo con frecuencia y cepillarlo diariamente para estimular la salud capilar y mejorar su aspecto. Se trata de unos de los hábitos de aseo diarios más elementales que el niño deberá aprender tan pronto como adquiera las habilidades motoras básicas. Al inicio ni siquiera es importante que el niño se cepille o lave bien el cabello ya que se trata de un ejercicio que requiere entrenamiento. Lo esencial es que concientice las ventajas que le reporta este sencillo hábito de higiene personal, mientras lo ayudas a obtener mejores resultados.
Introducir el hábito del cepillado dental a edades tempranas es vital para garantizar una óptima salud bucal en el niño. De hecho, es la única manera para prevenir muchas de las enfermedades dentales como las caries, la halitosis y algunos problemas en las encías. Lo ideal es que a partir de los 3 años ellos solos sean capaces de cepillarse los dientes, aunque durante los primeros meses necesitarán la revisión constante del adulto. Es importante que realicen el cepillado desde las encías hasta los dientes, de manera circular y sin ejercer demasiada presión para no dañar el esmalte dental. Este ejercicio deberán repetirlo después de cada comida y antes de irse a la cama.
Se trata de unos de los hábitos de higiene diarios más importantes pues basta para prevenir enfermedades como la tuberculosis, la neumonía, el cólera, la influenza y las infecciones gripales. Ten en cuenta que las manos son la principal herramienta de trabajo de los niños por lo que es usual que las pasen por superficies contaminadas y luego, cuando se las llevan a la boca o a los ojos, trasladan en ellas las partículas infecciosas que pueden enfermarlos. De hecho, las estadísticas indican que los niños que se lavan más las manos enferman menos que los que no tienen este hábito. Por eso, cuanto antes le enseñes a lavarse bien las manos, mejor. Eso sí, es importante que aprendan a lavárselas durante al menos 30 segundos, sobre todo después de jugar, ir al baño, toser o tocar superficies sucias.
Mantener las uñas bien cortas y limpias es una garantía de salud. Básicamente, debajo de las uñas se acumulan las bacterias y virus procedentes de las superficies que los niños tocan constantemente. Por eso, mientras más cortas, menos probabilidades habrá de que alberguen suciedad. Aunque más allá del tamaño, también es esencial mantenerlas limpias. Y cuanto antes le enseñes esto a tu hijo, mejor. Si es mayorcito puedes enseñarle a que se corte solo las uñas, pero si es pequeño será mejor que se las cortes tú para evitar accidentes. En cualquier caso, debes enseñarle cómo mantener las uñas limpias, puedes darle un pequeño cepillo de celdas suaves para que se las limpie cuando se lave las manos.
Probablemente se trata del hábito de higiene diario más importante ya que mientras el niño se ducha, elimina de su piel los restos de suciedad e infección. Ten en cuenta que la piel está expuesta todo el día a los agentes contaminantes del entorno, a las superficies sucias y a las secreciones que ella misma produce, como el sudor y la grasa corporal. Por eso, es importante limpiarla, al menos una vez al día, para eliminar la suciedad y las toxinas, permitiendo que los poros transpiren mejor. Se trata de un hábito que ayuda a prevenir enfermedades como la gripe, la sarna y el acné, a la vez que mejora la apariencia personal y la sensación de bienestar en el niño.
Este conocimiento o hábitos se le debe presentar desde muy temprana edad ya que presentará desde enfermedades gastrointestinales dentales y físicas hasta una baja autoestima que en un pequeño puede causar mucho daño pues se sentirá agredido por algunas críticas los compañeros respecto a su apariencia y ya no tendrá el mismo interés para realizar las actividades y mucho menos para asistir a la escuela. El hogar como la base en la cual se desarrolla en todas las actividades que permiten Ingresar a los individuos a la sociedad debe ser el primer campo donde se practique y se lleven a cabo actividades higiénicas pero cuando en éste se carece de los conocimientos y recursos la escuela debe tomar este papel y entender que como parte modeladora del individuo tiene el derecho y obligación de fomentar este hábito y no sólo hacerlo con campañas de temporada vacunación sino incorporarse como una rutina donde se resalten los beneficios así como los riesgos que se tienen al no seguir una higiene adecuada.
Esta labor en un principio puede parecer imposible pero si se aplican los métodos adecuados al menor puede adquirir los conocimientos necesarios para la adquisición del hábito con ello se pretende que el niño aprenda desde pequeño la importancia los riesgos y beneficios que se obtienen al seguir la conducta adecuada con respecto al higiene y que la apliquen el resto de sus vidas.
Esta web se reserva el derecho de suprimir, por cualquier razón y sin previo aviso, cualquier contenido generado en los espacios de participación en caso de que los mensajes incluyan insultos, mensajes racistas, sexistas... Tampoco se permitirán los ataques personales ni los comentarios que insistan en boicotear la labor informativa de la web, ni todos aquellos mensajes no relacionados con la noticia que se esté comentando. De no respetarse estas mínimas normas de participación este medio se verá obligado a prescindir de este foro, lamentándolo sinceramente por todos cuantos intervienen y hacen en todo momento un uso absolutamente cívico y respetuoso de la libertad de expresión.
No hay opiniones. Sé el primero en escribir.