El capitán Alonso Arias de Villansida fue enviado desde el Tocuyo a echar las bases de la Gran Valencia del Rey, aunque otros dicen que fue Alonzo Díaz Moreno.
Pero, un día llegaron frente al lago que antes era más amplio y más limpio, y comenzó a ser grande esta metrópolis que a través del tiempo ha parido para Venezuela hijos ilustres, que han llenado de un ambiente laudatorio los cimientos de la patria.
No fue solo el clarín de la libertad el que sonó Valencia en el Campo de Carabobo; también fue Puerto Cabello, Bárbula; así como Los Horcones, Vigirima y muchos otros, los campos, donde la gente con sus héroes consolidaron esta ciudad y al país entero.
Fue en Valencia, donde se aprobó la Constitución de 1.830, en medio de rudos sonidos de la caída de la Gran Colombia. En la Plaza Mayor de Valencia, en la hoy Plaza Bolívar, los parlamentos de 1.830 juraron cumplirla y hacerla cumplir.
El juramento se hizo un 23 de octubre, y esa Constitución aprobada en la ciudad del Cabriales, duró casi treinta años sin ser modificada.
El presidente de la República José Antonio Páez, los ministros Antonio Leocadio Guzmán; general Santiago Mariño y Santos Michelena, responsables de los asuntos del interior, de la guerra y de las relaciones exteriores, firmaron la nueva Constitución.
Valencia siguió siendo capital de Venezuela hasta fines de mayo de 1831. Después se le dio cumplimiento a lo que la Constitución señalaba: Caracas sería la nueva capital nacional.
Así fue, en nuestra Plaza Mayor se ordenó cumplir con la Constitución que le dio nacimiento a la República de Venezuela, sin ataduras ni dependencias.
Valencia, emporio de desarrollo y trabajo, donde aún huele a pólvora de libertad. Valencia seno de patriotas, de hombres de bien.
Valencia, albergue de hombres y mujeres, profesionales de todas las ramas del saber.
Valencia, la nuestra, hoy como siempre queremos que seas más grande y que bajo tu cobijo nos proteja Dios.
Feliz aniversario Valencia. Desde esta tribuna te rendimos homenaje. Bendiga Dios el valenciano sol…
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