Era un día lluvioso las gotas de agua caían sobre la ventana de un taller de costura en el cual una chica peli-marrón con hermosos ojos color sangre se encontraba terminando de coser unos vestidos para su escuela.
- Melody, aquí tengo más telas- grito un joven peli-negro desde la puerta. – oh son hermosas, gracias Fred – dijo la chica recibiendo la telas y llevándolas a la mesa de trabajo. El chico contemplaba como la hábil chica convertía esos rollos de tela en bellos vestidos cada uno con algo distinto a los demás.
De pronto sin darse cuenta el chico dijo “que belleza” acompañado de una sonrisa boba. La joven volteó un poco extrañada al darse cuenta de lo que había dicho, el chico comenzó a balbucear y ponerse cada vez más rojo.
-si ¿esta hermoso verdad?- dijo la joven mostrando un vestido blanco con adornos dorados que había hecho hace poco – si pero…- decía el chico muy nervioso – no me refiero a eso – la joven quedo impactada nunca había visto a su amigo tan nervioso. -¿entonces? Pregunto
El joven se levantó y tomo a su amiga de las manos mirándola a los ojos.
-Melody, -dijo el chico – eres la chica más hermosa que conozco jamás he sentido algo así por nadie, esa sonrisa, esos ojos, - el joven se detuvo y antes de que la chica dijera algo continuo-nunca vi a alguien con tanto talento con un espíritu de bondad como el que tú tienes. Sé que esto puede ser repentino para ti pero….-
Antes de que siguiera la chica lo había callado con un beso.- eres un tonto- dijo esta al momento de separarse, frase que sorprendió al joven- yo soy quien debería decir eso – finalizando esta con una sonrisa.
Ese día fue el más feliz para ambos chicos - ¿que como lo sé? Fácil yo soy la protagonista.
VALERIA MURILLO FERNÁNDEZ