Rafael Maria Carrasquilla es la figura que transcurrida la independencia se destaca como uno de los educadores más preeminentes por su obra real, en beneficio de la juventud y por sus atributos personales y su dignidad sacerdotal.
Nace en Bogotá el 18 de diciembre de 1857 y muere en la misma el 18 de marzo de 1930 sus padres Ricardo Carrasquilla y Emilia Ortega ambos descendientes de próceres por eso crece bajo un ambiente de amor a la patria y de cristianas virtudes hogareñas. Hereda de su padre la vocación por las letras castellanas y por la enseñanza.
Formación académica: Ingresa muy joven al Seminario Conciliar de Bogotá donde cursa las creencias eclesiásticas, recibe las órdenes sagradas y desempeña los cargos de perfecto generala y vicerrector. Pasa luego a ser cura párroco de Egipto un barrio de Bogotá, con el fin de acendrar su misión apostólica, es muy conocido y llamado a ocupar un lugar en cargo en la Academia Colombiana de la Lengua y el ministerio de instrucción pública. En 1890 asciende a rector del colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, desde el cual irradia su obra educativa. El Papa Pio x le confiere el grado de doctor en Sagrada Teología en 1913, funda en 1890 la facultad de Filosofía y letras, hoy extinta.
Pensamiento filosófico: Carrasquilla buscaba formar hombres sabios que transmitieran el conocimiento, que estén iniciados en la pedagogía. Esto le nace de la profunda convicción de que no bastan los libros para aprender sino que es necesario utilizar la palabra viva del maestro y tal convicción de que la palabra de los hombres sabios es la que verdaderamente educa es la que lo lleva a proponer lo que se llama Comercio Intelectual o importación de los profesores extranjeros provenientes de naciones más civilizadas.
Carrasquilla es un filósofo escolástico, estudia esta doctrina con pasión hasta poseer de ella la claridad del sistema con la necesaria libertad de pensamiento, esto lo alcanza al seguir a Santo Tomás de Aquino, dice: Escolástica es la filosofía estudiada en sus relaciones con la Teología por el método de Aristoteles según en espíritu y la mente de Santo Tomás. Seguidor de la doctrina tomista, busca Carrasquilla en todas sus obras el término medio donde se halla la verdad. Esta es su luminosa meta, la proclama y es fiel a ella por el resto de su vida. Tiene un gran interés por la educación del país y por su progreso social y por eso formó generaciones cuyos exponentes han ilustrado los campos del derecho y de la pedagogía.