CAPITALISMO: CAUSA DE DESGRACIAS A GALOPE

Hace más de cuatro años, aposté por las ventajas que nos proporciona el intercambio de opiniones —incluso, entre ideas antagónicas; por aprender de las enseñanzas del Capitalismo como sistema —sin duda, tiene aristas positivas; y por la necesidad de repudiar al Lobo disfrazado de Caperucita Roja (1). Un tiempo después, signifiqué que la hipotética convergencia entre ese sistema y el Socialismo sería tal siempre que ello implique armonía y felicidad en el género humano (2). Hoy, testimonios de los últimos meses me permiten afianzar mi convicción al respecto.

Ante todo, traigo a colación el Informe de Oxfam – Enero de 2018 con el título “PREMIAR EL TRABAJO, no la riqueza/ Para poner fin a la crisis de desigualdad, debemos construir una economía para los trabajadores, no para los ricos y poderosos” en cuyo contenido aparecen datos sencillamente espeluznantes. Si no, fíjese usted en lo que sigue:

“El año pasado, el número de personas cuyas fortunas superan los mil millones alcanzó su máximo histórico, con un nuevo milmillonario cada dos días. En este momento hay 2 043 milmillonarios (en dólares) en todo el mundo, de los que nueve de cada diez son hombres. La riqueza de estos milmillonarios también experimentó un enorme crecimiento, lo suficiente como para poder terminar con la extrema pobreza en el mundo hasta siete veces. El 82% del crecimiento de la riqueza mundial durante el último año fue a parar a manos del 1% más rico, mientras que la del 50% más pobre de la población mundial no aumentó lo más mínimo” (3).

Prácticamente, de modo simultáneo fue noticia: “Hay empleados de Amazon tan pobres que necesitan pedir ayudas para poder comer/ Jeff Bezos no solo es el hombre más rico en la actualidad. Es el más rico de la Historia. Al menos, objetivamente y si medimos la riqueza en dólares y en valores bursátiles y no en estimaciones: ahora mismo, dispone de más de 100.000 millones de dólares para su uso y disfrute. Es millonario por su empresa, Amazon. Pero sobre todo lo es porque no comparte sus brutales beneficios con sus empleados./ Así ha quedado demostrado en una investigación de la ONG Policy Matters Ohio, que ha descubierto que 700 empleados de Amazon han solicitado ayudas estatales para poder llegar a fin de mes. En concreto, cupones para conseguir comida gratis”

(4).

Y para que no haya protestas que coloquen en peligro a los responsables de los aspectos anteriormente resaltados, el engaño a quienes consiguen trabajar se evidencia en informaciones como esta procedente de EFE fechada en Madrid el siguiente 7 de Marzo: “La 'huelga a la japonesa', entendida como trabajar más para aumentar la producción y provocar problemas de distribución y almacenaje, es un concepto español del que, igual que la ensaladilla rusa o las naranjas de la china, no hay noticia en el país del que supuestamente proviene” (5). O sea, como premio para el Capital, quien quiera protestar que lo haga a la supuesta manera nipona.

Significo que ese reporte de la agencia española de noticias ni remotamente es el único ejemplo de cómo se tima a la opinión pública internacional. Si usted desea ir por más elementos en este orden de ideas, le recomiendo ver el rótulo “Las perlas informativas del mes de mayo 2018” firmado por Pascual Serrano (6)

Precisamente en ese mes también brotó una advertencia de la Organización Mundial de la Salud, a saber: De los siete millones de personas que cada año mueren por causa del aire contaminado, 90 % son de países de bajos y medios ingresos. Al menos siete millones de personas mueren al año como consecuencia de la contaminación del aire. “La contaminación nos amenaza a todos, pero los más pobres y marginados se llevan la peor parte” —afirmó Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la organización (7).

Otro organismo vinculado a las Naciones Unidas, la FAO, a través de su asesor especial de la Alianza Sur Sur Fernando Ayala, dio a conocer desde Roma el pasado 22 de Junio que a nivel global son 815 millones las personas que sufren de hambre; comparó que cuatro años atrás eran 770 millones; y apuntó que ello ocurre cuando la “humanidad produce más alimentos de cuanto puede consumir y se pierde cerca de un tercio”. Todo, a contrapelo de que en Brasil el Gobierno de Lula 2003-2008 borró de las estadísticas a millones de personas que todos los días se iban a dormir sin comer (8). Es decir, puede extinguirse lo que evidencia la FAO.

Como si fuera poco lo señalado hasta aquí, apenas agrego que este 13 de Julio se supo que un jurado en Estados Unidos ordenó a Johnson & Johnson indemnizar con 4 690 millones de dólares a 22 mujeres y sus familias que culpan a los productos de talco de la compañía de haberles causado cáncer de ovarios (9). A propósito, pregunto: ¿Cuántas empresas capitalistas andarán por ahí haciéndole daño con sus productos a equis consumidores, continúan engordando sus bolsillos y nadie se ha dado por enterado del perjuicio que provoca —generalmente a personas pobres y/o del Tercer Mundo?

Concluyo: he mostrado cómo el Capitalismo es causa de desgracias a galope, apoyado en fuentes ajenas a la construcción del Socialismo en Cuba (10). Se trata de la develación de turbulencias que demandan quebrantar el predominio burgués y la articulación de alternativas desde la Izquierda. Es lo que hace falta en Latinoamérica. De ello escribiré en otro trabajo.