La estética

Los cánones de belleza comenzaron desde el año  40.000 a 5.000 a.C., desde la Prehistoria.  Las características que los hombres preferían de las mujeres eran órganos reproductores más marcados, caderas y senos grandes, pues en su imaginario existía la idea de que este tipo de mujeres eran más aptas para sobrevivir durante un futuro parto.

Mucho tiempo después, los egipcios -entre 2955 a  332 a.C.- tenían como canon de belleza, que hombres y mujeres debían medir 18 puños en todo su cuerpo para tener una  armonía corporal y además debían ser delgados. Las mujeres deberían contar con caderas grandes y senos proporcionados y pequeños. En la antigua Grecia, desde S. VIII – I a.C. la estética se basaba en la filosofía de un cuerpo y una cara simétrica, que llamaba mucho más atención.

Ya en 1900, surgiría un prototipo de chica Gibson. Un ejemplo  de esto es la caricatura infantil Popeye,  cuyas características de su novia se basaban en un trasero grande, cintura muy pequeña y caderas anchas. Para promover este modelo de  cultura estética,  se crearon los corset, mientras el prototipo de mujer que surgía era la  trabajadora que luchaba  por conseguir el voto.

En 1950-1959 los chicos rudos empiezan a extinguirse y sobresale el prototipo de mujer con rasgos aniñados, sexual izados y seguras de sí misma.  Algunos prototipos sobresalen más que otros, incluso algunos tan delgados, que llegan a la anorexia. En el caso de los hombres, en 1960, asumen el rol de chico guapo,  con un aire de rebeldía e inteligencia que domina  a muchas mujeres, mientras la mujer es manejada como una marioneta.

Ya para 1990-1999 los cánones de belleza siguen siendo delgados pero con una talla más grande de busto y de cirugías plásticas, tipo de Marilyn Monroe. En el caso de los hombres en la actualidad los rasgos son algo femeninos, como Leonardo DiCaprio y Brad Pitt ya que muchas  mujeres prefieren hombres con rasgos aniñados, comportamiento  heredado  de 1950 a 1959, en donde actrices de la televisión se presentaban con facciones y cuerpo de niña erotizada. Muchas campañas publicitarias llegaron a trabajar con estas características  y sus  connotaciones pedofilicas.

En conclusión, en la actualidad para seguir estos canales de belleza o supuesta belleza, se utilizan mucho las cirugías estéticas que  corrigen marcas de envejecimiento y “errores”. Ahora todo el mundo, mujeres y hombres, están obsesionados por modelos de belleza que se han impuesto desde la prehistoria y que repetimos en espacios sociales, como la escuela, aún en contra de nuestros propios ideales. Pero ¿que ganamos con ello? ¿Aceptación social? ¿Auto aceptación? Ahora nada nos va hacer cambiar nuestro pensamiento acerca de la forma como el mundo considera debe verse una persona.

Nicoll Tatiana Sierra Jiménez

Grado 901 JM