Muy grave en la UCI un policía gallego al que hundieron el casco en los disturbios en Barcelona

La tensión desatada en las calles de Barcelona como reacción a la sentencia del Proces suma ya 207 heridos entre los cuerpos de seguridad, según fuentes sindicales. Uno de los que se encuentran más graves después de intentar frenar la oleada de violencia es un agente desplazado desde Galicia que, según las primeras informaciones a las que ha tenido acceso ABC, está en estado muy grave en el hospital después de haber recibido una pedrada. El impacto fue tal que el casco que llevaba el efectivo se hundió provocándole una pérdida de conocimiento y una hemorragia considerable en un oído. Se desconoce si el objeto fue lanzado desde una azotea o por el aire, algo que se está investigando, pero los compañeros explican que la fuerza con la que lo alcanzó lo envió al suelo. El suceso se produjo en plena vía Laietana, uno de los epicentros de las movilizaciones más radicales de estos días en la ciudad condal. El parte médico informa de que el agente, natural de Vigo, sufre una fractura en la base del cráneo que le oprime dos vértebras, por lo que está sedado y en observación. Su esposa, explican, fue advertida a las dos de la mañana por un compañero.

Desde los principales sindicatos policiales denuncian que Cataluña es una zona de «especial conflictividad» en la que se están poniendo en peligro tanto a los «agentes actuantes como a los ciudadanos». Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) afirman que todos los compañeros desplazados «han cumplido escrupulosamente los principios básicos de actuación intentando contener a la turba» y evidencian la «penosidad» a la que se ven sometidos los que trabajan allí. En la misma línea y haciendo hincapié en las situaciones a las que se enfrentan estos días los agentes, desde la Unión Federal de Policía (UFP) consideran que está existiendo una «falta de planificación operativa» por parte de la Policía Nacional. Censuran, a la luz de lo acontecido, que «no hay previsión de relevos, por lo que algunas jornadas se dilatan hasta las 20 horas en medio de mucha tensión y estrés» y que, además, llegaron a quedarse sin material antidisturbios.

Con materiales caducados

Los reproches de los efectivos desplazados inciden en que han llegado a enfrentarse a los radicales con «material caducado», aguantando una auténtica lluvia de objetos «durante tres horas» porque no les permitieron «avanzar para limpiar la zona y dispersar a las masas», una orden que lamentan por el riesgo en el que puso a los efectivos. Al ministro del Interior le exigen una reunión urgente para que «dé explicaciones sobre el dispositivo desplegado en Cataluña». Por su parte, Fernando Grande-Marlaska ha indicado desde Barcelona que la situación es «tremendamente difícil» y ha elevado a 300 los agentes heridos, entre Mossos y Policía Nacional, 101 solo en la jornada de ayer. El ministro también ha computado el destrozo de 264 vehículos oficiales, 43 de los Mossos. Los daños en instalaciones policiales y en bienes públicos también son elevados según indicó en su comparecencia, donde defendió la «proporcionalidad» de la actuación policial.

Los sindicatos policiales han confirmado a ABC que la mayoría de estos efectivos heridos sufren contusiones de diversa consideración y huesos rotos. Uno de ellos es otro agente de la UIP de La Coruña que tuvo que ser hospitalizado con una fractura en el cúbito y en el radio. Esta situación se ha repetido en decenas de casos dada la violencia a la que se han enfrentado los efectivos en los últimos cinco días de ataques en las calles de Barcelona. Tras conocerse la noticia, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha mostrado su preocupación respecto a «los policías que han resultado agredidos de forma brutal» durante los enfrentamientos entre la Policía Nacional y los manifestantes.

En este sentido, Feijóo ha manifestado que «cualquier policía agredido es una preocupación para cualquier demócrata» y que «el Gobierno de la Generalitat debe disculparse con el pueblo gallego», como un «mínimo de respeto» por los dos agentes heridos.