El ministerio de agricultura, bajo la presión ciudadana y de varias ONG’s como Green Peace, ha decidido prohibir completamente el uso de insecticidas contra las abejas en la agricultura

A partir de 2021, los agricultores ya no podrán comprar ni usar insecticidas que contengan neonicotinoide, un componente que afecta gravemente a las abejas.

Este producto bloquea procesos cerebrales limitando la comunicación y navegación de las abejas de forma que no pueden completar el proceso de polinización ni volver a la colmena. Asimismo, estos insecticidas también son dañinos para la salud de los consumidores de los productos.

Ya en 2013, la Comisión Europea publicó un informe sobre el peligro que supone los insecticidas para las abejas.

Las abejas son imprescindibles para el funcionamiento de nuestro ecosistema, ya que un 85% de los alimentos dependen de la polinización. Además, las abejas ayudan a conservar la biodiversidad y también nos pueden llegar a informar sobre la salud de los ecosistemas.

Esta nueva ley ha sido impulsada por el ministerio de agricultura juntamente con el ministerio de medioambiente. A pesar de la fuerte resistencia de los grandes fabricantes como Ebel España S.A,  este paso ha supuesto un gran ejemplo para otros países que también tomarán medidas para la protección de las abejas. 

Paralelamente con esta nueva medida, también se subvencionará la política de agricultura ecologista y se fomentará la educación ecologista. Con este plan de acción nacional, se espera que la población de abejas se recupere en un plazo de cinco años.