El gran viaje de Rufus, el gato que pisó tres continentes en una semana

Si bien nos puede parecer el título de una película infantil, Rufus, un gato perteneciente a un joven alemán, viajó por medio mundo por culpa de una negligencia de la aerolínea Lurthansa. 

La mascota, habría viajado presuntamente hacía Estocolmo en vez de hacia Berlín.

Adler Blaz, berlinés de 28 años, denunció el pasado lunes la desaparición de su gato Rufus a las autoridades alemanas. Presuntamente, Blaz pasó unas semanas en España junto a su gato y al embarcar en el avión de vuelta a Berlín, los trabajadores de la aerolínea noruega situaron el trasportín donde viajaba Rufus en el avión equivocado. En cuanto el chico aterrizó en Berlín y no le supieron decir donde estaba su mascota, este fue a la policía a denunciar su ausencia.

El martes, sin noticias de Rufus e indignado por la poca intervención de las autoridades locales, de las que alegó tener “poco interés y tiempo para bromear sobre lo sucedido”, Blaz decidió tomar cartas sobre el asunto y contactar con las oficinas centrales de la aerolínea.

Después de varios días de llamadas, y alguna que otra amenaza por parte de Blaz, Lurthansa consiguió localizar a Rufus. Este, habría llegado a Estocolmo el día que tenía que llegar a Berlín junto al joven alemán. Allí, resultado de otra negligencia, lo embarcaron en un vuelo con destino a Fez dando por seguro que el gato pertenecía a alguien de la isla que también había preguntado sobre su mascota ese mismo día en las oficinas centrales. 

El viernes, Adler y su amigo Rufus, así es como se refirió Blaz a su mascota durante toda la odisea, se reencontraron en Baviera, lugar donde Lurthansa aseguró que podía ser recogido más rápido que en Berlín. El presidente de la aerolínea, Carten Sporh, quiso disculparse personalmente con el alemán por todos los inconvenientes que a él y a su mascota pudo causarles tal incidente. Blaz, demostrando un temple y una bondad sin igual, se fue a su casa sin prestar acciones legales contra la compañía alegando que “solo quiero ir a casa, darle de comer a Rufus y tumbarme con él en el sofá”.