El pasado 18 de diciembre se celebró un evento en la Mamounia donde le entregaron el premio al mejor hotel urbano del mundo del 2019 por 96a vez. Al evento fueron invitados tanto los miembros del staff como los presidentes e inversores que han hecho posible que una vez más le sea otorgado este premio.
El sultán Sidi Mohammed Ben Abdellah (que gobernó Marruecos durante buena parte del siglo XVIII), regalaba un jardín a sus hijos cada vez que se casaban. Así fue como Mamoun obtuvo el suyo y en 1923 construyó allí el hotel que actualmente cuenta con 210 habitaciones. En la entrada del hotel no hay ningún letrero que indique las estrellas que tiene, según asegura Picquot “No tenemos estrellas, porque estamos más allá de la categoría máxima; somos de categoría exquisita”,
A simple vista es un sencillo edificio color terracota, pero nada que ver con lo que esconde en su interior, a pesar de parecer humilde al adentrarte en el edificio hay una combinación de lujo, exotismo y buen gusto que nunca se esperaría el visitante que lo juzga por su fachada.
Adentrarse en la Mamounia es un vuelco sensorial, todo está cuidado al detalle. La arquitectura es sublime, sus jardines están decorados con columnas de mármol, mosaicos, tapicerías, pasamanos,... entrar en ellos evoca un cuento de hadas.
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