Noa, el niño que nació en pleno vuelo transatlántico

Mariah Tucker y su marido Harry, pese al susto y al miedo inicial, siguen sorprendidos por cómo dieron la bienvenida a su tercer hijo Noah.

Tucker y su esposa embarazada se encontraban volando de vuelta a casa después de pasar tres semanas con sus dos hijos en España. Originarios de Tennessee, la pareja no esperaba al bebé hasta dentro de seis semanas.

Hanns Platz, piloto del avión donde se encontraba la familia Tucker, poco se esperaba esa mañana cuando despegó qué tendría que asistir a un parto en su vuelo a Nashville, de más de ocho horas desde Londres. No hubiera podido con el asunto, según el propio Hanns, sin la ayuda de su personal a bordo, dos de las azafatas.

Mariah alertó a su marido de sus contracciones cuando llevaban algo más de cinco horas de vuelo. Aún les quedaba un buen rato de vuelo y Harry le dijo a su mujer que no se preocupara, aún faltaban semanas para el parto. Ella, algo preocupada, intentó dejar de pensar en ello, hasta que le fué imposible. A dos horas de aterrizar, Mariah rompió aguas, alertando así a todos los azafatos y azafatas que pasaban cerca de sus asientos. Tucker pidió que se alertara al capitán de la situación para tomar rumbo al destino más cercano en el que se pudiera aterrizar, pero Noah tenía otros planes.Sin ni quiera empujar apenas, Mariah notó que el bebé no iba a esperarse hasta llegar al hospital y, con la heroica ayuda del personal y de su marido, Mariah empezó a empujar.El comandante dejó al mando del vuelo al copiloto para dirigirse hacia donde estaba la emergencia y entre todos ayudaron a Mariah y a su família a dar la bienvenida al pequeño Noah, sietemesino y muy impaciente.

Los Tucker fueron trasladados en una ambulancia que les esperaba en el aeropuerto al hospital donde se encontraba el médico de Mariah. Noah se encuentra sano y en los brazos de su família. Pasará algún tiempo en la incubadora pero será una historia para contar a sus amigos inolvidable.