El día de las votaciones en Catalunya, en uno de los muchos colegios electorales que había abiertos en Barcelona se encontraba Josep, un hombre de 67 años que había salido a comprar pan se encontró con todo el alboroto y con todos los policías en la calle.
Josep se dirigía a su coche, que tenía aparcado a dos calles de la panadería y al haber tanta aglomeración de personas, le empujaron sin querer y tropezó con un banco.
Al caer, en un acto reflejo puso las dos manos delante, cosa que le provocó la rotura de los dos brazos y un traumatismo craneal. El hombre quedó tendido en el suelo semiinconsciente.
Unos jóvenes que estaban cerca de él, llamaron a emergencias para que viniese una ambulancia que le trasladara al hospital, pero al haber tanta gente en la calle y tantos furgones policiales, los sanitarios tardaron mucho rato en llegar ya que muchas calles se encontraban cortadas.
Llegó la ambulancia después de más de una hora de espera y finalmente pudo ser atendido. Ahora Josep se encuentra fuera de peligro.
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