Estamos acabando con la vida marina

Los océanos representan más del 70% de la superficie del planeta y albergan, nada más y nada menos que el 97% del agua que existe en el planeta. Debido al enorme terreno terrestre que ocupan, estas grandes masas de agua salada representan el hogar de miles de seres vivos, como vegetales, animales, bacterias y otros microorganismos; así mismo, son una importante fuente de recursos naturales (energía, alimento, minerales, etc.). Desgraciadamente, el ser humano ha sabido darle otro uso a estos inmensos espacios acuáticos y ha sido el horrible hecho de convertirlos en vertederos, también conocido como contaminación marina.

No consigo entender cómo podemos destruir todo lo que la madre naturaleza nos da, si seguimos por este camino, poco a poco acabaremos con el planeta, rectifico, hace muchos años que empezamos a acabar con él. Para el ser humano tirar una colilla de cigarro al suelo, una bolsa de plástico… es una tontería sin importancia, ¿qué puede pasar por un triste trozo de plástico? Pues las consecuencias son muy graves: cien mil tortugas, millones de peces, y muchas otras especies marinas acaban muertas por los plásticos que por nuestra indiferencia terminan en los océanos, en sus casas. Y es que los animales los confunden con comida, se los comen y acaban intoxicados. Otra de las tragedias que pasan es que hay tanta basura en el mar que se quedan enganchados en ella, es incontable el número de tortugas encontradas atrapadas en los plásticos de las Coca Colas. Por no hablar de las anteriormente comentadas colillas de cigarro, algo que un porcentaje mínimo, por no decir nadie, no tira al suelo. Puede parecer increíble pero muchos estudios desvelan que no es el plástico el mayor problema de contaminación, si no estas pequeñas colillas. Su ligereza les lleva a recorrer miles de kilómetros, por lo que son capaces de contaminar diferentes ecosistemas y perdurar, normalmente, entre 7 y 12 años, aunque algunos afirman que sus efectos dañinos pueden durar incluso 25 años. Uno de los ecosistemas más dañados por estas, es el mar, debido a que por la lluvia, el viento o las alcantarillas son transportadas hacia él. Según la ONG Ocean Conservancy las colillas son el residuo más común en los océanos; se sitúan en el primer puesto de la lista de los artículos más contaminantes en los océanos, después las siguen los plásticos. Las sustancias de las colillas cuando entran en contacto con el agua, se expanden produciendo efectos devastadores en la naturaleza: alteran la calidad del agua y el ciclo ecológico de las especies animales y vegetales, poniendo en riesgo su salud por la acumulación de sustancias tóxicas en su organismo.

Lo peor de este asunto es que el mayor porcentaje de la humanidad sabe de ello, sin embargo, no son conscientes del sufrimiento de los animales por falta de empatía. Esto no es un tema oculto, es más, se habla mucho de ello, existen cantidad de reportajes, el problema es que a la mayoría no nos importa, pasamos del tema y al final nos pasará factura. Cuando no tengamos agua de la que beber, peces de los que alimentarnos, entonces empezaremos a preocuparnos, pero ya será demasiado tarde. La solución empieza por nosotros mismo, tienes dos opciones: no hacer caso y esperar a que ocurra un infierno ambiental o concienciarte e intentar que no ocurra. No estamos para perder el tiempo, hoy mismo puedes empezar, comienza con cosas sencillas como reciclar, no tirar basura al suelo… cosas que todo el mundo debería hacer pero tristemente no es así.

Concluyendo, el futuro del planeta entero está en nuestras manos, solo nosotros podemos solucionar lo que hemos causado; no dejemos que más especies marinas, ni ninguna otra especie terrestre siga sufriendo injustamente, si no quieres ayudar por ellos, hazlo por tí mismo, sinceramente, si acabamos con ellos estamos acabando con nosotros mismos. Ponte manos a la obra, no pierdas el tiempo, ¡ayuda a salvar el planeta!