Altsasu, la manipulación de la justicia.

      Hace ya un año y medio desde el juicio contra los jóvenes que agredieron a dos guardias civiles en un bar de la localidad Navarra de Altsasu durante las fiestas del pueblo, y tengo que reconocer que al oír la sentencia del supremo no me lo creí del todo. No me creí que condenaran a un grupo de chavales jóvenes a penas de entre unos dos y nueve años por una simple pelea de bar a las tantas de la madrugada.

      Es probable que después del cúmulo de acontecimientos que hay entre el octubre de 2016 la mayoría nos hayamos olvidado la gravedad que tuvo este juicio y el que se celebrara en la Audiencia Nacional y no en la Audiencia Provincial de Navarra. Porque al fin y al cabo, y repito, fue una pelea de bar. 

      ¿Es posible que la diferencia radique en que los agredidos eran dos Guardias Civiles? Si se lo preguntaras a ellos te responderían que no, que todos somos iguales ante la justicia y que como sólo son funcionarios públicos al servicio del estado, tienen los mismos derechos que cualquier otra persona; pero la verdad es que no lo parece. Da la sensación de que por ser policías son intocables o que las consecuencias de atacarlos es mucho mayor que hacerlo contra un civil. Las condenas más largas a los jóvenes son por terrorismo, ¡Terrorismo! Pusieron al mismo nivel dar puñetazos y patadas con asesinar, secuestrar y violar. No creo que sea al único al que esto le parezca una locura.

      Otro motivo por el que creo que el caso fue tan exagerado es que los acusados sean euskaldunes con ideología afín a la de la izquierda abertzale. Durante años la derecha española ha estado llamando terroristas y asesinos a este grupo porque en el pasado la banda terrorista ETA tenía la misma ideología que ellos. Y lo siguen haciendo. Es cierto que ETA mató a mucha gente inocente y que causó muchísimo daño en las víctimas; pero también es cierto que después de diez años de su desaparición seguir acusando de terrorismo a un partido político en el que la mayoría de integrantes no formó parte de la banda, no está bien. Igual que hay que pedir perdón, hay que saber perdonar.

      Los jóvenes de altsasu llevan ya 3 años en la cárcel y van a seguir estándolo por más tiempo aún. Una mala decisión en una noche de fiesta te puede llevar a esta fatídica situación; qué injusticia.