Marzo fue el peor mes para la industria petrolera, sus precios cayeron hasta 50% y no, no fue gracias a nuestro Presidente, sino a un desacuerdo entre los principales países productores de crudo; la discusión giraba en torno a la reducción de producción a causa de la baja demanda que se generó por la pandemia que se vive, reduciendo el consumo hasta un 30%, por ello se tenía una sobreproducción a causa de la paralización de la industria que la usaba como materia prima y la restricción de transito que redujo su uso como combustible.
El conflicto se originó el 6 de marzo cuando Rusia rompió negociaciones con la OPEP para reducir la oferta a nivel mundial del petróleo. Arabia Saudita, otro de los grandes productores, respondió produciendo en exceso, lo que genero la caída en los precios del crudo, para de esta forma, Rusia aceptara los términos de la OPEP, y no tardó, ya que el 9 del mismo mes firmó el acuerdo, pero la cantidad de petróleo en el mercado era excesiva y no había donde almacenarlo ya que los gastos de transporte y almacenamiento no se compensarían ni con el aumento en el precio, por ello, se implemento la venta masiva, quedando el 20 de abril en su precio más bajo de la historia -37,63 dólares. Este conflicto llegó a México, y no con beneficios, pues México es exportador de crudo.
¿Cómo afecta? Pues algunos de los bancos más importantes de Estados Unidos son quienes se encargan de financiar a la industria petrolera para que desarrollen nuevos proyectos, por lo que se perdió gran parte del capital invertido. Por otro lado se vio fuertemente afectada la economía de los países que deben su estabilidad al crudo.
Se tendrá que pensar en un plan “b”, ya que al parecer el crudo ya no tiene la influencia que tenía en la economía mundial tan solo hace unas cuantas décadas, pero hay que aclarar que sigue siendo un factor importante.
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