La ‘Evaluación para el Aprendizaje’ (AfL, por su sigla en inglés) es un enfoque integrado a la enseñanza y al aprendizaje que genera retroalimentación para alumnos y docentes a fin de mejorar el aprendizaje y guiar su próximos pasos. El AfL está orientado a aquellas prácticas que maximizan el proceso de retroalimentación (del docente al alumno y del alumno al docente) para optimizar el aprendizaje.
La retroalimentación va desde lo más informal (por ejemplo, comentarios orales a medida que los alumnos reflexionan sobre los problemas) a lo más formal (por ejemplo, comentarios por escrito tras la evaluación final de cierto tema). El AfL también implica evaluaciones significativas tanto propias como entre pares, a través de las cuales los alumnos o pares pueden verse involucrados en la toma de decisiones sobre necesidades futuras de aprendizaje (Wiliam, 2018).
El término ‘evaluación para el aprendizaje’ se volvió popular en la década de los 90, cuando surgió la preocupación de que a los alumnos se los evaluaba de más y que el foco estaba puesto, de manera desproporcionada, en los resultados finales (evaluación del aprendizaje) más que en los procesos de evaluación que podrían permitir el progreso activo de los alumnos. Tanto la evaluación para el aprendizaje como la evaluación del aprendizaje son enfoques valiosos en educación, pero tienen distintos propósitos. Hacia dónde va el alumno Dónde se encuentra alumno Compartir objetivos de aprendizaje y criterios para el éxito Obtener evidencia de aprendizaje Cómo puede el alumno alcanzar el objetivo Brindar retroalimentación Ayudar a los alumnos a dar los próximos paso ¿Cuál es la teoría detrás del concepto de Evaluación para el Aprendizaje? •
El AfL está íntimamente relacionado con teorías socioconstructivistas de aprendizaje. Los modelos mentales y las suposiciones que el alumno utiliza para comprender una asignatura son complejos, y se construyen sobre la base de experiencias previas e interacción con los demás. Esto significa que la calidad de las interacciones entre docentes y alumnos es crucial para el proceso de aprendizaje. •
El trabajo de Paul Black y Dylan Wiliam ha sido muy influyente. Su folleto para docentes, llamado “Inside the Black Box” (Dentro de la Caja Negra) (1998a), se basó en una crítica literaria de 250 fuentes sobre prácticas de evaluación en el aula (Black & Wiliam, 1998b). Descubrieron que “el uso eficaz de evaluaciones formativas [ver debajo] podría aumentar los logros de la desviación estándar entre un 0,4 y 0,7, lo que sería equivalente a un aumento de entre el 50 y 70 por ciento en el aprendizaje del alumno” (Wiliam, 2018, p. 38).
• Black and Wiliam (1998a) sugirieron que las evaluaciones formativas podrían mejorarse del siguiente modo: – Ayudar a los alumnos a comprender exactamente qué deben hacer para lograr buenos resultados – Fomentar debates productivos en el aula, con tiempo suficiente para pensar. – Brindar oportunidades para que todos los alumnos expresen sus opiniones. – Brindar retroalimentación que ayude a los alumnos a avanzar en su aprendizaje y que evite las comparaciones con otros alumnos, y luego darles la oportunidad de actuar en base a dicha retroalimentación. – Capacitar a los alumnos en lo que respecta a técnicas de autoevaluación y brindarles oportunidades para aprender unos de otros. ¿Qué otros términos se asocian al concepto de Evaluación para el Aprendizaje? •
La evaluación formativa tiene un significado similar al de AfL. Este término se introdujo para mostrar la diferencia con el concepto de evaluación sumativa (ver debajo), y demostrar que la evaluación también se podría utilizar para dar forma al aprendizaje de los alumnos y mirar hacia lo que aprenderán después. Algunos autores notan una diferencia entre AfL y evaluación formativa (por ejemplo, Swaffield, 2011), pero otros usan ambos términos como sinónimos (ver Wiliam, 2018). •
Evaluación sumativa significa lo mismo que evaluación del aprendizaje. La evaluación sumativa se usa para resumir el aprendizaje de los alumnos al final de cierto período (por ejemplo, una vez que un cuatrimestre o curso ha terminado). Al resumir lo que los alumnos han logrado, mira hacia atrás e indica qué es lo que han aprendido, muchas veces medido formalmente frente a estándares bien definidos. Evaluación para el Aprendizaje continuación •
La evaluación diagnóstica refiere a aquella en la que se identifica qué es lo que el alumno sabe y qué habilidades tiene, quizás antes de comenzar un nuevo tema. El foco suele ponerse en identificar dificultades o ideas equivocadas que el alumno podría tener para que el docente pueda planificar las actividades de aprendizaje de modo acorde. Tanto las actividades de evaluación sumativa como las de evaluación diagnóstica podrían utilizarse para apoyar el enfoque de Evaluación para el Aprendizaje (ver debajo). ¿Cuáles son los beneficios de la Evaluación para el Aprendizaje? • El enfoque de AfL permite a los alumnos y docentes focalizarse en el objetivo de su aprendizaje. Esto puede ayudar a los alumnos a comprender qué es lo que constituye la ‘excelencia’, a hacerse responsables de su propio aprendizaje y a planificar cómo podrían avanzar.
• El AfL fomenta la idea de que evaluación y aprendizaje deberían tomarse como un todo. La clarificación de objetivos y retroalimentación acerca del aprendizaje de los alumnos tendrá un impacto directo sobre el diseño de las estrategias de enseñanza y aprendizaje. • Según algunas investigaciones (Hattie, 2012), la ‘retroalimentación’ tiene un efecto positivo en los logros del alumno (posicionada como número 10 entre 150 factores), en especial si incluye retroalimentación del alumno hacia el docente. Esto es importante ya que los docentes precisan esta información por parte de los alumnos a fin de modificar la enseñanza de manera eficaz. Muchos otros factores identificados como potentes influencias en el análisis de Hattie también están íntimamente relacionados con el AfL. ¿Cuáles son los desafíos del enfoque de AfL? •
Confundir función con instrumento. A veces, cuando estos términos intentan describir su propósito, un instrumento (como por ejemplo un examen) puede ser visto como formativo o sumativo (William, 2018). Por ejemplo, un examen de mitad de trimestre podría tener ambos propósitos: sumativo y formativo. Resume los logros de los alumnos en ese punto, pero también puede revisarse y utilizar los datos que arroja sobre el aprendizaje con un propósito formativo (por ejemplo, mediante una revisión del alumno de su propio examen (ver Informe de Educación: Metacognición), o en lo que hace a la planificación docente para las próximas lecciones). •
Fidelidad en la implementación. Wiliam (2018, p.1) sostiene que “el uso eficaz de evaluaciones formativas podría mejorar los resultados”. Si el AfL se torna un ejercicio superficial (por ejemplo, que un alumno copie un comentario formativo del docente en una grilla al final de la unidad, sin ningún tipo de posibilidad para que el alumno pueda implementar la retroalimentación y sin que esto implique cambios en la enseñanza futura), entonces no se puede esperar que tenga un impacto positivo sobre los logros.
• Evaluar la memoria a largo plazo. Trabajos recientes sobre ciencia cognitiva motivan a los docentes a pensar en la memoria a largo plazo. Esto no puede evaluarse correctamente si el material recién se ha enseñado. Los docentes deben planificar distintas instancias de examen (que podrían ser pruebas cortas), espaciados a lo largo de períodos de semanas o meses para fomentar la memoria a largo plazo (EEF, 2014). • Cambiar las prácticas. Puede ser desafiante implementar prácticas de AfL en un contexto en el que los alumnos, docentes y padres solo están familiarizados con las evaluaciones sumativas. Es importante explicar las razones para implementar cambios, para que los docentes los entiendan plenamente y para aplicarlos de a poco (Black & Wiliam, 1998a). En particular, se necesita un buen andamiaje y una buena preparación para las autoevaluaciones y evaluaciones entre pares. •
Carga de trabajo. En algunos contextos, la implementación de prácticas de calificación escrita ha tenido un impacto negativo sobre la carga de trabajo del docente (EEF, 2016). Es importante que el AfL esté inmerso en las prácticas cotidianas dentro del aula (por ejemplo, retroalimentación oral cuando fuera necesario) y que la retroalimentación por escrito sea de buena calidad y suceda estratégicamente cuando fuera realmente importante. Consejos prácticos: ¿Cómo pueden las escuelas sacar el mayor provecho del AfL? • El desarrollo profesional debería ser una de las principales prioridades en lo que respecta al AfL. Debe ser continuo y tener conexión con la práctica profesional propia de cada docente. • Las escuelas pueden motivar a los docentes a trabajar en conjunto y revisar y desarrollar la política y las prácticas de evaluación de la escuela a fin de que las evaluaciones sean vistas como un método positivo para incentivar a los alumnos a aprender y comprender, sin que esto se convierta en una carga irracional para los docentes. •
Asegurarse de que la retroalimentación oral y escrita en toda la escuela sea apropiada, fácil de entender y que esté enfocada en el aprendizaje, para que los alumnos puedan ponerla en práctica (Wiliam, 2018). • Los docentes precisan apoyo para poner en práctica los principios. Las comunidades de aprendizaje docente pueden modificar hábitos y mejorar el proceso de enseñanza (ver Getting Started with Peer Observation). • Evaluar el impacto de nuevas estrategias, ya sea que estas se prueben en toda la escuela o si solo las prueban ciertos docentes o departamentos (ver Getting Started with Evaluating Impact). Permitir que transcurra un plazo de tiempo razonable para que las nuevas estrategias puedan impactar en los resultados de los alumnos (Wiliam, 2016). Evaluación para el Aprendizaje continuación ¿Cómo pueden los docentes sacar el mayor provecho del AfL? •
La mayor parte del enfoque de AfL implica prácticas especializadas, cruciales para ser un buen docente. Involucra múltiples estrategias, por ejemplo: – Compartir intenciones de aprendizaje y criterios de éxito de modo accesible y motivador (Hattie y Clarke, 2019) y chequear si los alumnos los comprendieron. – Realizar preguntas abiertas para verificar y profundizar la comprensión en cada lección y para todas las lecciones. Los sistemas de respuesta general son útiles para medir la comprensión en desarrollo de toda la clase (por ejemplo, el uso de mini pizarras por parte de los alumnos para responder preguntas bisagra) (Wiliam, 2018). – Utilizar técnicas de retroalimentación enfocada por parte del docente, evaluación entre pares y autoevaluación. – Brindar retroalimentación formativa sin calificaciones o notas, según corresponda. Ofrecer comentarios formativos relacionados con un criterio de éxito específico puede ayudar al alumno a concentrarse en lo que tiene que hacer para mejorar un trabajo sin distraerse con las calificaciones o notas. – Hacer uso formativo de los exámenes sumativos. Los resultados pueden ser utilizados por los docentes para cambiar sus planes de enseñanza y por los alumnos para resaltar las áreas en donde necesitan desarrollarse. •
La retroalimentación debe estar relacionada con los objetivos de aprendizaje de cada tarea. Esto permitirá que los alumnos utilicen la retroalimentación para mejorar. La retroalimentación podría centrarse en el contenido y la calidad del trabajo, en cómo un alumno ha abordado una tarea, o en la efectividad de la estrategia utilizada. • Un enfoque de AfL eficaz implica desarrollar la autonomía del alumno para que sea capaz de evaluarse a sí mismo y regular su propio proceso de aprendizaje. De este modo, se respalda el desarrollo de los atributos de alumnos de Cambridge. Evaluación para el Aprendizaje continuación ¿Cómo apoya Cambridge a aquellas escuelas que se basan en el enfoque de AfL? •
Los recursos en línea, como por ejemplo Getting started with assessment for learning, ofrecen a los docentes nuevas ideas y enfoques que conectan la comprensión teórica con la puesta en práctica en el aula. • Las capacitaciones, como por ejemplo nuestros talleres presenciales y en línea sobre Aprendizaje Activo y Evaluación para el Aprendizaje, brindan a los docentes la oportunidad de seguir desarrollando estas prácticas. • Las Certificaciones en Desarrollo Profesional (Cambridge Professional Development Qualifications o PDQs) han sido diseñadas para incentivar y respaldar el uso de los enfoques de evaluación para el aprendizaje. •
Los programas de Cambridge Primary y Cambridge Lower Secondary están específicamente diseñados para ayudar a los alumnos y a los docentes a progresar, a poder evaluar dicho progreso, y a brindar retroalimentación sobre las fortalezas y debilidades en lo que respecta a varias asignaturas. Más información • Black, P. and Wiliam, D. (1998a). Inside the Black Box: Raising Standards through Classroom Assessment. Londres: School of Education, King’s College. • Black, P. and Wiliam, D. (1998b). Assessment and Classroom Learning. Assessment in Education: Principles, Policy & Practice, 5(1), 7–74. •
Education Endowment Foundation (EEF). (2014). Neuroscience and education: A review of educational interventions and approaches informed by neuroscience. Londres: EEF. Disponible en línea: https://educationendowmentfoundation.org.uk/evidence-summaries/evidence-reviews/education-and-neuroscience/ • Education Endowment Foundation (EEF). (2016). A marked improvement? A review of the evidence on written marking. Londres: EEF. Disponible en línea: https://educationendowmentfoundation.org.uk/evidence-summaries/on-marking/ • Gardner, J. (2012). Assessment and Learning (2nd Edn). Londres: SAGE Publications Ltd. • Hattie, J. (2012). Visible Learning for teachers. Abingdon, Reino Unido: Routledge. • Hattie, J. and Clarke, S. (2019). Visible learning: Feedback. Abingdon, Reino Unido: Routledge. • Swaffield, S. (2008). Unlocking assessment: Understanding for reflection and application. Londres: Routledge. • Swaffield, S. (2011). Getting to the heart of authentic Assessment for Learning, Assessment in Education: Principles, Policy and Practice, 18(4) 433–449. • Wiliam, D. (2016). Leadership for teacher learning. Palm Beach, FL: Learning Sciences International. • Wiliam, D. (2018). Embedded formative assessment (2nd Edn). Bloomington, IN: Solution Tree Press. • Certificaciones Cambridge en Desarrollo Profesional: https://www.cambridgeinternational.org/support-and-training-for-schools/professional-development-qualifications/ • Getting Started with Assessment for Learning, Getting Started with Evaluating Impact and Getting Started with Metacognition. Disponibles en línea: https://www.cambridgeinternational.org/support-and-training-for-schools/teaching-cambridgeat-your-school/getting-started-with/ Agradecimientos: Equipo de Enseñanza y Aprendizaje, Cambridge International
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