El ser humano practica alguna modalidad de lucha desde tiempos inmemoriales. A la hora de pelearnos físicamente necesitamos una cierta destreza para la defensa o el ataque. También peleamos como una forma de juego, como parte del entrenamiento militar o en alguna modalidad deportiva.
Como su mismo nombre indica, el deporte se empezó a practicar en la Antigua Grecia y posteriormente fue adoptado por la civilización romana. En este marco, el primer gran luchador sobre el que hay registros históricos fue Milón de Crotona. Este deportista fue campeón de lucha en el siglo Vl a. C en varias ocasiones, tanto en los Juegos Olímpicos como en los Juegos Píticos.
Los griegos introdujeron la lucha en las olimpiadas por dos motivos fundamentales: los guerreros necesitaban ser diestros en el arte del combate y en la mitología griega algunos héroes fueron grandes luchadores.
En su origen los luchadores combatían en posición vertical y se entrenaban en un recinto rectangular denominado palestra. En las competiciones olímpicas la lucha tenía lugar en una zona del estadio en la que se colocaba arena.
La lucha grecorromana en las antiguas olimpiadas formaba parte de una disciplina general, el pentatlón. El pentatlón antiguo era una combinación de cinco pruebas: una carrera de velocidad, una competición de lucha, salto de longitud, lanzamiento de jabalina y lanzamiento de disco.
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