El accidente en el laboratorio

Todo el suceso tiene origen en que para la clase de química de grado décimo la profesora de ese entonces decidió organizar una práctica de laboratorio en la cual se realizaría fermentación de vino artesanal. Una semana antes del accidente se realizó el mosto y la organización y disposición de materiales necesarios para la fermentación, pero para que esta se realizara era necesario dejar el mosto en reposo, esto en el laboratorio para evitar cualquier tipo de accidente. La semana siguiente los estudiantes se volvieron a dirigir allí para realizar otra práctica, nada relacionado con la fermentación, pero de todas maneras las botellas se encontraban en el lugar, de hecho, cada una en un mesón; por diversas circunstancias los estudiantes que se encontraban trabajando en uno de los mesones movieron la botella ocasionando que minutos después esta estallara dejando aturdidos y asustados a todos los presentes, y heridos a 7 estudiantes.

Inmediatamente después de la explosión la profesora evacuó a todos, los estudiantes heridos fueron llevados a enfermería y los demás al salón, pero todos muy asustados y nerviosos. Transcurrido poco tiempo se reunió en el salón de clases a todos aquellos que no presentaban lesiones físicas y se comentó sobre el suceso, dándoles a todos escasos 20 minutos para tranquilizarse, comer, y posteriormente regresar a clase. Mientras tanto los estudiantes que presentaron alguna herida fueron atendidos en enfermería, donde inmediatamente notaron que las lesiones de algunos eran graves, por lo cual se lo comunicaron a sus respectivos padres y se llevaron a estos a un centro hospitalario, y a los demás los curaron y fueron enviados nuevamente a clase.

Entre los heridos más graves estaban: un estudiante con esquirlas en un ojo, otro con un pedazo de vidrio en la boca, y otro con otro pedazo de vidrio en el pómulo. Evidentemente ellos fueron rápidamente atendidos, en el centro hospitalario estaban con ellos sus padres y el coordinador del colegio. Los chicos que fueron impactados con los vidrios se les retiraron los pedazos, les realizaron limpieza en las heridas y posteriormente se les cogieron puntos para así poderlos enviar a sus casas con 3-4 días de incapacidad y las respectivas medicinas y cuidados necesarios.

En tanto al joven herido en el ojo, él fue atendido aparte, le revisaron la vista y afortunadamente no alcanzó a pasar a mayores, simplemente le retiraron las esquirlas de vidrio, se le dieron sus días de incapacidad y los cuidados que debía seguir.

Aproximadamente una semana después ya todo el curso se encontraba completo tomando sus clases, los estudiantes afectados tuvieron una apropiada recuperación y por parte del colegio se realizó una reunión para informar y aclarar todo lo necesario con los padres de familia, se tomaron las medidas posteriores necesarias y el curso continuó con sus clases normales.

Actualmente los estudiantes están perfectamente recuperados, no se han vuelto a realizar prácticas de laboratorio con el curso, pero las clases de química continuaron con normalidad. Afortunadamente para el colegio, no se le presentó ningún tipo de demanda ni nada por el estilo y los estudiantes no sufrieron mayores consecuencias que lo hoy en día son pequeñas cicatrices.