El Mito Gaucho no fue un Mito. Por Ricardo San Esteban

Rafael Obligado (1851-1920) rescató aquel personaje legendario que fue Santos Vega y tradujo a su modo la payada de éste contra Juan Sin Ropa el forastero.

¿Quien era Juan Sin Ropa? 

'Se llamaba 
Juan Sin Ropa el forastero 
comenzó por un ligero 
dulce acorde que encantaba. 

Y con voz que modulaba 
blandamente los sonidos, 
cantó tristes nunca oídos, 
cantó cielos no escuchados.'

Rafael Obligado en su poema identificó a Juan Sin Ropa con el progreso pero en realidad se trataba del desarrollo del capitalismo y más precisamente de la penetración del capitalismo inglés en el campo Argentino. 
Del telégrafo, de los ferrocarriles, del alambrado de púas que hizo que el gaucho no usara más chiripá y peor, acabó con su libertad que constituía su razón de ser.

Cantó Ruben Darío:

- Quién eres, solitario viajero de la noche?

- Yo soy la Poesía que un tiempo aquí reinó:

Yo soy el postrer gaucho que parte para siempre,
de nuestra vieja patria llevando el corazón!

En julio de 1982 Los Andes rescató la figura de Juan Gualberto Godoy, el primer poeta provincial en un artículo firmado por Luciana Sabina. 

Nacido en Mendoza en 1793 dedicó su juventud a la vitivinicultura, pero cuando la Patria lo necesitó se incorporó al Ejército como teniente del General Mariano Necochea.
Hacia 1820 publicó “El Corro” cuyo subtítulo dice “Confesión histórica en diálogo que hace el Quijote de Cuyo, Francisco Corro, a un anciano que tenía ya noticias de sus aventuras, sentados a la orilla del fuego de la noche que corrió hasta el pajonal, lo que escribió a un amigo suyo”. Se trata de un texto escrito a modo de diálogos poéticos. 

Francisco Corro, protagonista del poema, fue un personaje contemporáneo a Godoy, que tomó trascendencia ese mismo año por sublevarse al poder de turno. Se cree que terminò siendo fusilado en Salta pocos meses más tarde.

Dominguito Sarmiento (h) hizo referencia al texto en una de sus cartas, lo que suscitó interés en muchos. 
Durante más de un siglo fue rastreado por diversas bibliotecas sin éxito, llegando incluso a darlo por perdido.

Finalmente en 1963 Félix Weinberg -autor de una extensa biografía sobre Godoy- pudo localizarlo en la Biblioteca Nacional de Río de Janeiro. 

La belleza de sus poemas se evidencia desde el comienzo, como podemos observar en este fragmento:

"Hijo de un zambo platero / llamado Teodoro Corro / nací en Salta como un zorro / en un miserable agujero; / vil, ignorante y grosero / cobarde, pero atrevido / pedí el militar vestido / para cacarear honor, / siendo todo mi valor / el valor de mi apellido / De un mal soldado a teniente / ascendí por carambola / y asombrado exclamé: ¡Hola! / ya voy pareciendo gente...".

Juan Gualberto derrotó a Santos Vega porque además de payador, de repentista asombroso, poseía una formación literaria que, evidentemente, Santos Vega no tenía.

Y según la leyenda, cantaba muy bien y, además, afinaba de una manera que no se conocía en los pagos del Tuyú. 
Era la llamada afinación del diablo, conocido tono en Cuyo, pero desconocido en el resto del país. 
La leyenda refiere que Juan Sin Ropa (El Diablo) tenía una forma especial de afinación que no era humana. 

Y se creó la leyenda que era el mismo Satanás, cuando era un cuyano que estaba acostumbrado a afinar de ese modo. Santos Vega se confundió y se obnubiló al escuchar a su rival con un temple desconocido. 

Y tanto él como sus paisanos le atribuyeron a un ser sobrenatural: el Demonio.

Ricardo San Esteban