La Salud un Derecho Humano

Los procesos revolucionarios implican transformar los sistermas excluyentes y arcaicos construidos sobre privilegios de un sector para todos. El caso de la Salud no es una excepción, ya que la Salud como derecho de vida ha sido monopolizada y constituida para reproducir los privilegios de una clase que ha visto en este tema la posibilidad  lucrar con la vida de la gente. 

 En Bolivia la salud  desde hace mucho tiempo ha sido dividida en dos tipos de servicio, el privado y el publico, de los cuales el servicio privado a gozado de una fama de mejor antención y los del sector publico como los de mala calidad. Este tipo de clasificación que a recibido por parte de la población, no solo se debe a la necesidad de infraestructura o insumos, sino también a la falta de ética por parte de los profesionales de la salud, que en una suerte de trafico de pacientes a sus clinicas privadas, han deteriorado la calidad de los servicios publicos de salud.

Apartir del 2005 con el proceso de cambio, se han ido creando las bases necesarias para la reformación de la salud publica y privada.

 En Bolivia desde el año 2011  se implementa una nueva política de salud denominada Salud Familiar Comunitaria Intercultural (SAFCI) que tiene como objetivos contribuir a la eliminar la  exclusión social en salud y tiene como principios la participación social, la interculturalidad, la intersectorialidad y la integralidad.

 Sin embargo, a pesar de las políticas de salud que crea el gobierno boliviano con el fin de buscar un servicio de salud universal,  asombra la capacidad para mentir que tienen algunos galenos  afirmando  que en Bolivia solo se conoce la salud a través de las entidades o clínicas privadas afirmación hecha por un médico activista del paro organizado por los médicos en contra del articulo 205 y del decreto supremo 3385. Actualmente nos encontramos atravesando un fuerte problema con el colegio médico y los galenos bolivianos que se encuentran en desacuerdo con el articulo y el decreto antes mencionados , por lo cual han entrado en paro privando a la población de atención en salud en los servicios públicos; ya que continúan de manera normal en las clínicas privadas. No era de extrañarse. Solo se paró el servicio público que afecta a la mayor parte de la población que no cuentan con los recursos suficientes para asistir al servicio privado. Se suman a esta protesta el sector del colegio de enfermeras y farmacéuticas.

El viernes 15 de diciembre un medico activista  afirma que “gracias a las actividades privadas se hace algo de medicina en Bolivia, que al fin es un benecio para que esta gente en Bolivia tenga algo de salud”. Expresiones como esta se han escuchado durante el desarrollo del paro médico, como también las  declaraciones  discriminatorias del  presidente del Colegio Médico de La Paz, Luis Larrea,  que indicó en una entrevista con un medio televisivo que, a diferencia de los movimientos sociales, sus afiliados  saben pensar y leer.

Me pregunto entonces cuales son las intenciones verdaderas de este paro, serán solamente contra el articulo y el decreto, será solo el miedo a las sanciones impuestas y temor a ser fiscalizados; o hay algo más al fondo de estas movilizaciones. Será acaso que las grandes clínicas privadas, las industrias farmacéuticas, elites que además se encuentran en el servicio público, no desean que en Bolivia contemos con un servicio accesible al pueblo.

Lo peor de todo es que quieren hacernos creer que buscan la democracia y que su lucha es por los derechos humanos y la salud del pueblo y ante posibilidades de dialogo para avanzar en la construcción de un sistema excluyente y democratico cierran las opciones del dialogo y actuán para mantener privilegios atentando contra el derecho a la vida.

A la luz de este conflicto suscitado por el sector de salud, habría además que preguntarse quienes son los responsables del actual sistema de salud en Bolivia; será acaso culpa del pueblo dormido que no reacciona ante tanta injusticia social, que sigue alimentando a las elites de la salud acudiendo al servicio privado dejando de exigir sus derechos como ciudadanos en el sector público. Sin la participación de las masas en los espacios de opinión, seguiremos con este sistema lucrativo que hace lo que quiere para conseguir sus fines.

 "La historia es el relato largo y trágico del hecho de que los privilegiados no ceden sus privilegios voluntariamente".

 Martín Luther King, Jr., carta desde la prisión de Birmingham.