Foto: AP/ Cara Anna
Pocos minutos después de la medianoche (hora afgana), iniciándose la fecha simbólica para Estados Unidos del 11 de septiembre (en 2001 sufrió una serie de cuatro atentados en los que Al-Qaeda empleó cuatro aviones comerciales para estrellarlos contra las torres del World Trade Center de Nueva York, la fachada oeste del Pentágono y un cuarto avión se estrelló en el campo al amotinarse los pasajeros contra los terroristas y no conseguir hacerse con el control del avión), los talibanes lanzaron un misil contra la embajada estadounidense de Kabul, sin producirse ninguna víctima.
El personal de la embajada informó que el proyectil cayó en un área despejada dentro del recinto estadounidense, sin ocasionar daños personales ni desperfectos en el edificio.
El martes 10 de septiembre de 2019, el presidente estadounidense, Donald Trump, puso fin a las negociaciones con los talibanes sobre una posible retirada de las tropas estadounidenses desplegadas en Afganistán.
En la primera semana de septiembre, los talibanes hicieron públicas varias amenazas al Gobierno estadounidense de que se reanudaría la guerra si Estados Unidos abandonaba las negociaciones, después de que la administración de Trump suspendiera una reunión con los representantes talibanes en Camp David.
Mientras los talibanes hicieron sus amenazas, se produjo un cruce contradictorio de declaraciones de distintos representantes del Gobierno estadounidense. Para reforzar sus amenazas, la milicia yihadista hizo un atentado en Kabul el 5 de septiembre, en el que murió un soldado estadounidense. Para Trump las relaciones estaban “muertas”, mientras que el secretario de Estado, Mike Pompeo, veía factible la celebración de una reunión con los representantes de los insurgentes el domingo 8 de septiembre.
Pese a las promesas de la administración de Trump de que las negociaciones iban a poner fin a 18 años de guerra, siendo 2019 el año con menos muertes de civiles afganos en estos diez últimos años, mientras se producían las negociaciones, los talibanes han seguido atentando y atacando a las fuerzas gubernamentales afganas, ganando una serie de territorios. Una vez rotas las conversaciones, Trump anunció que enviará más fuerzas para reforzar a las desplegadas en Afganistán.
“Teníamos dos formas de terminar con la ocupación de Afganistán, la de la yihad y los combates, y la del diálogo y las negociaciones. Si Trump quiere parar las negociaciones entonces emprenderemos el primero de estos caminos y pronto lo lamentarán.” Amenazó el 8 de septiembre el representante de los talibanes Zabihulá Mujahid.
Al comunicado de Mujahid, Trump respondió:
“En los últimos cuatro días hemos golpeado más fuerte a nuestros enemigos que en ningún otro momento en estos diez últimos años.”
Finalmente, el 10 de septiembre, el presidente estadounidense decidió interrumpir las negociaciones con los talibanes, en las que ofrecía la retirada de las fuerzas de Estados Unidos a cambio de que la insurgencia redujera los ataques y diera garantías de que buscaría una solución pacífica con el gobierno afgano.
11 de Septiembre de 2019, miércoles.
Año I. Día 206. Artículo 229.
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