En la región sur de Filipinas, concretamente en Mindanao, el denominado conflicto Moro que estalló en 1969 sigue vigente y, desde la autoproclamación del califato del Estado Islámico que hizo el líder de ISIS, Abu Bakr al-Baghdadi, en la mezquita de al-Nuri de Mosul; las facciones yihadistas que juraron fidelidad al califa terrorista o que son simpatizantes de ISIS, han incrementado su actividad violenta.
Abu Sayyaf, los Luchadores Islámicos para la Liberación del Bangsamoro, Ansar Khalifa Philippines y Maute; son los principales grupos terroristas hermanados o aliados de ISIS en Filipinas. Las autoridades filipinas informaron que aunque no tienen la fuerza suficiente como para implantar un emirato siervo del ya desaparecido Estado Islámico, informaron que están adoptando nuevas medidas, cada vez más violentas, para continuar con su lucha contra las fuerzas estatales.
Desde lanzar una ofensiva conjunta a gran escala en 2017, con la que los yihadistas consiguieron hacerse con la ciudad de Marawi, hasta el uso de ataques kamikazes, una técnica terrorista completamente nueva a la que deben hacer las autoridades filipinas.
En una entrevista para la agencia de noticias internacional EFE, el presidente del Instituto Filipino para la Paz, la Violencia y el Terrorismo, Rommel Banlaoi, declaró que “Mindanao es visto como el nuevo territorio para la yihad, un refugio seguro y hogar alternativo para terroristas extranjeros”.
Las fuerzas gubernamentales calculan que hay más de una centena de terroristas de procedencia extranjera, mayoritariamente de Malasia e Indonesia, que militan, reciben instrucción o incluso algunos veteranos de la guerra contra el estado Islámico en Siria e Irak aportan nuevas técnicas a las milicias locales.
Desde que en marzo de 2019 cayera en Siria el último reducto oficial del califato terrorista en Baghoud, se ha detectado en Filipinas el aumento de la llegada de terroristas procedentes de Oriente Medio que burlan con facilidad los controles de los puertos y de los aeropuertos filipinos.
Banloi cree que la noticia de la inmolación de al-Baghdadi durante una misión especial estadounidense en Siria para cazarle, podría “intensificar la violencia terrorista en Mindanao, ya que el suicidio es visto como un martirio para los seguidores” de ISIS.
“Los ataques suicidas son la cara actual del terror en Filipinas. Las tendencias futuras pueden incluir niños y jóvenes”. Banloi señaló que la situación de pobreza del país es uno de los motivos por el que los yihadistas consiguen captar gente para realizar los ataques kamikazes.
El domingo 27 de enero de 2019, ISIS realizó su primer atentado suicida en Filipinas, concretamente mientras se celebraba una misa en la catedral católica de Jolo. A lo largo del año se han registrado un total de 4 ataques kamikazes en todo el país, y las autoridades temen que el uso de esta técnica terrorista vaya en aumento.
31 de Octubre de 2019, jueves.
Año I. Día 254. Artículo 270.
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